Sangre de guerrera

Cap 14

Marukh

Llegó a la habitación y veo que no hay nadie, dejo sobre la cama mi chaqueta y me dirijo al baño, abro la puerta y veo a una chica adentro.

—¿Pero qué...? —la miro de arriba a abajo.

La chica toma lo primero que encuentra que resulta ser una botella de jabón y me lo lanza a la cara dándome en el ojo.

—¡Sal! —me grita intentando cubrirse con los brazos.

Reacciono y salgo del baño azotando la puerta. Me llevo la mano al ojo en el que me golpeó.

«Mierda, ¿Que hace una chica aquí? ¿Y dónde está Franco?»

Me iba a acostar cuando recuerdo que he visto antes a esta chica.
Es la chica con la que discutí antes en el palacio ¿Que hace ella aquí? Será que...

La puerta de la habitación se abre y por esta entran Enriko, Mauricio y Flavio.

—¿Que pasó? Escuchamos un grito —dice Enriko.

—Si, era la voz de una chica —dice Mauricio.

—Deben haber escuchado mal —digo tomando la silla del escritorio. La volteó, me siento y paso los brazos por la recargadera.

—No, yo también la escuché, estoy seguro que era una chica —dice Flavio.

—¿Una chica? ¿En serio? Deben haberse vuelto locos ¿Que haría una chica en la academia? —digo.

—Tienes razón —dice Mauricio— Oye ¿Dónde está Franco?

—No lo sé, talvez salió por algo de comer o yo que se —digo restándole importancia.

—Bueno...oye déjame usar tu baño —dice Flavio dirigiéndose al baño.

—No —digo levantándome de la silla y parandome en su camino.

—¿Por qué no? Será rápido —dice rodeandome.

—He dicho que no, vamos, largo déjenme dormir —digo sacándolos a empujones de la habitación.

—¿Qué le pasa? —escucho a Flavio decir.

—No le hagan caso, se pone de malas cuando tiene sueño —dice Enriko.

Después de unos minutos compruebo que se hayan ido, cierro la puerta con seguro para evitar que alguien entre, me acerco al baño y tocó la puerta. La extraña asoma la cabeza, me mira y luego mira al rededor.

—Ya puedes salir, ya se fueron —me doy la vuelta y me siento sobre mi cama cruzado de brazos.

La puerta se abre por completo y por esta aparece la extraña con la ropa de Franco, no se le nota nada, no quiero sonar pervertido pero hace rato parecía tener lo suyo así que supongo que se vendo.
Ay que me pasa, realmente sueno como un pervertido.
El cabello le llega un poco por debajo de los hombros, lo tiene mojado y sus mejillas están levemente rosadas.

—Asi que querida extraña ¿O debería llamarte Franco Leone? —pregunto un poco molesto.

—Puedo explicártelo, juro que tiene una explicación —me dice suplicante.

Analee

—Explicate —me dice serio.

«De acuerdo, ¿Que se supone que le diga? ¿Que soy la futura reina de Landier, que me escape del palacio y fingí ser hombre para inscribirme a la academia militar después de descubrir que mis padres me comprometieron con el príncipe Tayden y por qué ya estaba harta de que mi madre se la pase queriendo controlarme? No, definitivamente eso no.»

—¿Y bien? —pregunta molesto.

—Bueno...¿Quieres la historia completa o resumida? —pregunto.

—Completa —responde seco.

—De acuerdo....resumiendolo me escape de casa porque siempre quise ser parte del ejército y el resto ya lo sabes —digo sonriendo nerviosa.

—Dije que quería toda la historia completa. —se levanta.

—Es lo único, no te voy a contar toda mi historia familiar desde que nací, tu preguntaste porque fingí ser hombre y yo ya te dije. Ya sabes que una mujer no puede entrar al ejercito y yo siempre he querido ser parte del ejército por eso decidí fingir ser hombre —digo.

Me mira y después se acuesta dándome la espalda.

—Entonces...no dirás nada ¿Verdad? —le preguntó pero no responde— tomaré eso como un si.

Marukh no responde así que después de secarme el cabello me acuesto.

—No guardaré tu secreto —dice Marukh después de unos minutos.

Abro los ojos de golpe, me siento en la cama y me volteó a mirarlo.

—No digas nada, te lo suplico, ¡Está es la única forma de que pueda cumplir mi sueño! —le digo alterada.

Marukh se sienta en su cama y me voltea a mirar.

—¿Y crees que me importa? —me pregunta molesto.

—Marukh, se que no iniciamos de la mejor manera.

—No me digas, solo me golpeaste cuando no te hice nada y me robaste mi daga —dice enojado.

—Marukh, no estarás haciendo esto por ese día ¿Verdad? Por Dios, ¡Marukh no seas infantil! —le digo.

—¿Infantil? Infantil estás siendo tu al hacer esto, entiende que ese sueño que tienes nunca se cumplirá porque solo es eso, un simple sueño —dice y se vuelve a acostar.

Aprieto los puños a mis costados pero no digo nada y me vuelvo a acostar.
Sé perfectamente que nunca podré cumplir mi sueño, yo mejor que nadie lo se, pero solo quería vivir aunque sea por unos meses ese sueño tan lejano antes de renunciar a el y a mi libertad, a mi vida, a mi yo verdadera, antes de convertirme en la persona que mis padres quieren que sea.

—Chicos ¿Que les pasa? —pregunta Matías.

—Si, han estado demasiado raros ¿Volvieron a pelear? —pregunta Mauricio.

—No estoy de humor —digo apretando aún más la cuchara.

Marukh me mira con enojo y yo lo miro con odio, espero que no diga nada o estaré acabada.
Tenemos el día libre hoy por el éxito que tuvimos en la misión así que todo el día me la paso con los chicos haciendo tonterías, hablando de todo y de nada y en la tarde cuando ya faltaba poco para que cayera la noche aprovecho para ir al bosque a reunirme con Cyra, ella últimamente pasa todos los días ahí con Tayden, supongo que el amor ha vuelto a surgir entre ellos dos, ojalá pudiera evitar todo esto de la boda con Tayden para que por lo menos Cyra y Tayden puedan tener su final feliz.
Voy saliendo de la academia cuando veo a lo lejos a Marukh hablando con el coronel Ianello.

«Oh no, nononono, ¿No me estará delatando o si? Ay no, maldito Marukh.»



#7843 en Otros
#885 en Aventura
#13341 en Novela romántica

En el texto hay: princesa, corona, romance juveni

Editado: 16.07.2022

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.