Sangre de mi sangre

Otro día común de clases en el último año de preparatoria, el cielo gris como siempre con un sol con el brillo demasiado apagado, pero lo suficiente como para diferenciar el dia de la noche.

Rumania podía ser un bello país de hermosos paisajes y verdes montañas, un clima templado, un lugar de gran historia.

Más con los monstruos que existían en ese país, conocido como el nido de los vampiros al igual que las hadas o brujas.

Lo que para algunos eran criaturas de fantasía para ellos era una realidad, una con la cual podías toparte en el ocaso o el alba, algo demasiado normal entre su gente.

Los humanos de la región solo aprendieron a vivir con ello, con el tiempo los vampiros se habían domesticado, se podría decir que ya no eran tan salvajes o sanguinarios pero aun eran entes más guiados por sus instintos.

Más si estos eran pura sangre...

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Namjoon iba caminando calmadamente por los pasillos de su colegio, nada nuevo en el día.

Él era un alfa vampiro nada nuevo en la escuela de rarezas, excepto que el era mestizo su madre vampira y su padre humano.

Nunca recibió un bulling por eso pero para los vampiros pura sangre no eran bien visto el hecho de ser mestizos, según ellos seres que arruinaron su linaje, algo bobo en la actualidad. Pero que aun tenía un peso grande en su sociedad.

¿Otra curiosidad?

Los destinados, en su mundo igual existían, aquellos amantes elegidos por la diosa luna para permanecer juntos por toda la eternidad; el tenía uno, uno tan hermoso como la luna, piel tan pálida y tersa como la porcelana, una voz dulce cual canto de sirena, bellas manos que tocaban dulcemente las teclas del piano, labios que hacían avergonzar a las rosas por los rojos que eran, ojos verdes cual hojas de primavera y de noche rojos cual sangre fresca, unos bellos lentes platinados adornando su rostro y el cabello tan negro cual noche embrujada.

El prospecto perfecto de vampiro.

El sabe que ellos están destinados a estar juntos, hecho el uno al otro, la luna escogió sus almas hace tantos milenios que es imposible que no se queden juntos.

¿Lo malo?

Seokjin no lo quiere aceptar, ¿razones? Tampoco las sabe, pero con cada rechazo que va a su corazón siente que se quiebra en varios pedazos.

La primera vez fue con una rosa a buscarlo hasta su salón, una vez todos se fueron quedaron ambos en la soledad de cuarto.

Fue sencillo, tratando de que sus palabras no flaquearan frente al omega de imponente aura que yacía en frente, sus sentimientos expresados en palabras tratando de asimilar la magnitud de estas, para luego preguntar.

- ¿Dejarías que este alfa te corteje Kim Seokjin?

La respuesta fue clara y fría, justo como el aura que siempre demostró en todos los años que lo observo.

- No, yo no quiero estar con un mestizo.

Y sin más se fue del salón dejando aun alfa algo moreno para ser vampiro plantado en medio de salón con la rosa aprisionada en su mano, rasgando con sus espinas la piel de la muñeca helada, dejando gotas de sangre en el suelo y con una lagrima cayendo de su rostro por tan frío rechazo.

Su corazón había sido pisado por su alma gemela.

Un recuerdo que en su mente se sentía tan vivido como si quedara grabada en su sistema, las macas de la rosa aun visibles en su mano.

Las siguiente vez también sufrió, no fue nada bonito que el rompiera su carta frente a él pero había sucedido.

Deja de enviar estas cartas, eres patético

Y las tiro al piso, su plan era enviar sus poemas durante una semana y al llegar el lunes dejaría la última con la misma pregunta.

- ¿Dejarías que este alfa te corteje Kim Seokjin?

Otra vez rechazado con sus sentimientos en la boca, tanto para gritar en su rostro pero ni un sonido saliendo de sus labios, dejando sus ojos nublados por las lagrimas aproximandose solo salió en silencio de aquel pasillo dejando al vampiro parado en el pasillo para ir a la azotea a descargar sus penas nuevamente.

- Namjoon - llamo de nuevo Hoseok, su amigo desde el primer año de secundaria, uno de sus mejores confidentes aparte de su otro amigo Yoongi.

Hoseok era hijo de un hada de luz y un mago, el igual era mestizo pero uno demasiado divertido, algo que hacia que el día cobrara más luz que de costumbre.

- dime - ahora miro a su amigo, estaban sentados en sus respectivas sillas en el salón - ¿me perdí de algo?

- no, nada importante la verdad - resto importancia, desde hace semanas que estaba volado y sabía la razón de que el corazón y cabeza de su amigo sufriera, todo debido al frío vampiro egocéntrico que tenía por alma gemela.

- ¿me ayudas? Yo... quiero intentar una vez más - dijo mirando a su amigo quien lo miraba con los ojos cuadrados, sorprendido y shockeado por las palabras de su amigo - sé que él talvez me rechace de nuevo, pero mi conciencia no deja de removerse de un lado a otro y siento que mi murciélago morirá si no lo intento de nuevo.

- ¿Namjoon estas seguro de esto? - lo miro de frente con la mirada seria, no había juegos en esto, porque su amigo sufrió mucho con los 2 primeros rechazos y uno más seguro mataría a su murciélago - la verdad no sé si deba apoyarte o alejarte, esto terminará matandote solo a tí.

Ya de por si el moreno tenía ojeras en sus ojos y el brillo de sus ojos no era el mismo de antes, parecía haber rebajado de peso pero aun tenía a Seokjin en un pedestal del cual no lo bajaba, adorando su belleza y su inteligencia.

- estoy seguro, no quiero rendirme facilmente, no me podría perdonar no hacerlo - dijo llevando su puño a su corazón - siento que lo que dice no es verdad, mi alfa dice que no es verdad y yo le creo firmemente.