Sangre de Sirenas - Libro I (en revisión)

- 14 - UN NUEVO COMIENZO

Capítulo 14 - UN NUEVO COMIENZO

Por primera vez en seis años me encontraba trabajando sin esperar a esa hermosa pelirroja que hacia mis días mejores, que corría a mis brazos para besarme, quien modelaba para que mis fotografías parecieran magia, pero ahora la había perdido y al parecer no la recuperare nunca. Trato de distraerme en otras cosas; como proyectos y trabajos nuevos, ahora mismo estoy en un gran salón junto con George, nos pagaran mucho dinero, pero también hay mucho trabajo de por medio, esto me ha hecho olvidarme un poco de todo el asunto tan extraño que ocurrió en la boda. No hemos sabido nada de Elena desde ese día, aunque nos preocupa un poco a su padre y a mí, sabemos que en algún momento volverá, yo veo a George muy tranquilo con la ausencia de su hija que antes parecía su favorita.

La nueva vida de Elena sin mí debe ser muy divertida, por fin es libre y puede irse con quien le plazca, pero me dolió que no me regresara el anillo de compromiso, no sé qué pretende con quedárselo. Por el momento esta es mi vida, no regresare a la mansión, ya tendrá tiempo de pensar lo que paso y pretender en algún momento que la perdone por completo, vernos otra vez y hablar de lo que ocurrió, cerrar ese ciclo y aquellas pesadillas, quiero conocer la verdad tras todo esto de saber que ella es una sirena, el solo mencionarlo me parece ridículo, si no hubiera visto todo aquello, no quiero saber si sigue saliendo con ese bastardo, después de irme sin despedirme de la boda ya no me entere de que ocurrió, no quise verla, sabía que eso me mataría de dolor, fui egoísta al no preguntarle qué es lo que quería ella sobre nuestro asunto pero mi enojo no me lo permitió, prefiero ignorarla y así estaré en soledad un tiempo, el no apoyarla en un momento difícil es algo que no me perdonara, ni yo mismo lo haré.

La fotografía siempre logra transportarme a nuevos lugares, crear mundos que solo están en mi mente y proyectarlos para que más personas conozcan lo que hay en mi interior, a veces no sé si es bueno o malo, pero a la gente le parece arte y esta vez estaba creando algo propio que no involucraba mi amor.

Estar sin Elena este mes ha sido una completa revelación, mis fotografías aunque ya no tienen la gracia de su belleza oscura, tomaron otros matices con colores vivos y alegres. Por un tiempo olvide esta sensación tan maravillosa de poder tocar el alma de las personas, será porque siempre me enfocaba solo en una, ahora tengo un infinito de posibilidades que no veía por estar ciego de amor. Esta vez estábamos haciendo una sesión en España, es un hermoso país, pero como siempre no tenía oportunidad de disfrutarlo ya que nos exigían mucho de nuestro tiempo. 

Al final del extenuante día, me encontraba guardando el equipo junto con los demás asistentes mientras George hablaba con el cliente sobre los últimos detalles para la edición, doblaba un tripíe cuando una chica se me acerco despacio.

— ¿Tú eres Adrien verdad? — la mire guardando el tripíe en la maleta.

— Sí, soy yo, te conozco te eh visto en el equipo de Rupert, ¿Cómo te llamas? — me miro nerviosa.

— Soy Anel, soy maquillista, pero obviamente nunca me has notado, menos con tantas modelos por aquí.

— Muy bien Anel, es un gusto saludarte de cerca ya que casi no tengo oportunidad de convivir con ustedes, pero ¿si sabias quien era yo, porque preguntas algo tan obvio?, solo es una duda — su comentario superficial estaba demás.

— Lo siento, es que nunca he sabido como acercarme a ti, siempre he querido conocerte un poco más— abrí mucho los ojos, sus intentos de coquetearme eran muy patéticos.

— Anel, nunca me eh negado a hablar con nadie de los empleados de George, no entiendo por qué serias tú la excepción— creo que estaba siendo un poco rudo, sabía exactamente lo que ella quería decir.

— Bueno — mordió sus pequeños labios —solo quiero decirte que me gustan más tus fotografías de ahora que las de antes, yo quiero ser fotógrafa más que maquillista pero se ve que es complicado— realmente me siento un idiota no es lo que creí, tal vez mi vanidad ya me sobrepaso y además noto mi cambio sin Elena, aunque era casi imperceptible en mis fotografías, solo alguien muy observador lo vería.

— Por supuesto que es complicado, y gracias por el cumplido, creo que todos mejoramos con el paso del tiempo, pero no es nada que no pudieras aprender — la mire sonriendo levemente, creo que noto mi cambio de actitud porque también sonrió de otra forma.




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