Sangre Del Lobo

Capítulo 2: La Búsqueda de los Padres

Alejandro observó a Lucas con una mezcla de alivio y tristeza. Después de años de búsqueda, finalmente había encontrado a su hijo, pero las circunstancias en las que se reencontraban eran lejos de ideales.

 

"¿Cómo es que no te recuerdo? ¿Y por qué eres un... hombre lobo?" preguntó Lucas, con voz temblorosa.

 

Alejandro suspiró y se acercó lentamente a él, extendiendo una mano en un gesto apaciguador.

 

"Fue por tu propia seguridad que te separamos de nosotros cuando eras un bebé. Sofía y yo somos hombres lobo, y estábamos siendo perseguidos por una peligrosa organización que quería capturarte."

 

Lucas retrocedió un paso, los ojos abiertos como platos.

 

"¿Perseguidos? ¿Qué quieren de mí?"

 

"Tú eres especial, Lucas," explicó Alejandro con gravedad. "Eres un hombre lobo como nosotros, pero con poderes únicos. Esa organización te quiere bajo su control por tus habilidades."

 

Lucas sintió una oleada de miedo recorrerle el cuerpo. ¿Poderes únicos? ¿Gente persiguiéndolo? Miró a Alejandro con desesperación.

 

"¿Dónde está mi madre? ¿Dónde está Sofía?"

 

Alejandro cerró los ojos por un momento, como si el solo hecho de pronunciar su nombre le causara un gran dolor.

 

"Sofía está ahí afuera, buscándote incansablemente. Hemos estado separados desde que tuvimos que huir y esconderte. Pero ahora que te hemos encontrado, vamos a reunirnos con ella y ponerte a salvo."

 

Lucas sintió que las lágrimas ardían en sus ojos. Todo era tan confuso, tan abrumador. Pero la mención de su madre despertó una chispa de esperanza en él.

 

"¿Cómo vamos a encontrarla?" preguntó, determinado a reunirse con Sofía.

 

Alejandro sonrió ligeramente, complacido por la determinación de su hijo.

 

"Hemos seguido una pista que nos trajo hasta esta ciudad. Sofía está más cerca de lo que crees. Debemos movernos rápido, antes de que esa organización nos encuentre."

 

Alejandro extendió su mano hacia Lucas, invitándolo a acompañarlo.

 

"¿Confías en mí, Lucas?"

 

Lucas dudó por un momento, abrumado por todo lo que acababa de descubrir. Pero la voz en su cabeza, que ahora reconocía como la de Alejandro, le susurraba que podía confiar en él. Lentamente, Lucas colocó su mano en la de su padre.

 

"Sí, confío en ti."

 

Juntos, padre e hijo salieron del callejón sin salida, evadiendo a los caminantes que deambulaban por las calles. Alejandro guiaba a Lucas con precisión, moviéndose con una agilidad sobrehumana. Lucas se maravillaba al ver los cambios que Alejandro podía hacer en su cuerpo, transformándose de humano a lobo y viceversa.

 

Mientras avanzaban, Lucas se dio cuenta de que podía sentir la presencia de Alejandro en su mente, como si una conexión invisible los uniera. Podía percibir sus emociones, sus pensamientos, y eso le daba una sensación de seguridad y pertenencia que no había experimentado en años.

 

De pronto, Alejandro se detuvo, levantando una mano en señal de alerta.

 

"Sofía está cerca. Puedo sentirla."

 

Lucas contuvo la respiración, el corazón latiéndole con fuerza en el pecho. Después de tanto tiempo, finalmente iba a conocer a su madre.

 

Alejandro se acercó a una entrada subterránea, casi oculta entre los escombros. Hizo una seña a Lucas para que lo siguiera, y juntos descendieron por unas escaleras oscuras y polvorientas.

 

En las penumbras del túnel, una figura femenina se acercaba. Lucas pudo distinguir el rostro de una mujer, sus ojos brillando con una mezcla de emoción y aprensión.

 

"¿Alejandro?" susurró la mujer, con voz temblorosa.

 

"Sofía," respondió Alejandro, con una sonrisa que iluminaba su rostro.

 

Sofía avanzó unos pasos, y entonces sus ojos se posaron en Lucas. Un jadeo brotó de sus labios y las lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas.

 

"¿Lucas? ¿Eres tú, mi niño?"

 

Lucas se quedó sin aliento, abrumado por la intensidad de la mirada de Sofía. Podía sentir el amor y la angustia emanando de ella, y supo en ese momento que esta mujer era su madre.

 

Sofía se acercó a él y lo envolvió en un abrazo apretado, sollozando suavemente. Lucas se sintió envuelto en una calidez que no había experimentado en años, y devolvió el abrazo con fuerza, sintiendo cómo una parte de él que había estado vacía se llenaba.

 

Alejandro observaba la escena, sus ojos brillando con emoción contenida. Finalmente, su familia estaba reunida.

 

Pero la tranquilidad del reencuentro no duró mucho. Un ruido proveniente del túnel los hizo sobresaltarse, y Alejandro se tensó, alerta.

 

"Nos han encontrado," susurró, su voz llena de urgencia. "Debemos irnos, ahora."

 

Sofía se separó de Lucas, limpiándose las lágrimas con prisas.

 

"Síguenos, Lucas. Vamos a ponerte a salvo."

 

Tomados de la mano, la familia de hombres lobo se adentró en la oscuridad del túnel, huyendo de los peligros que los acechaban.



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En el texto hay: lobos, huerfano, zombie

Editado: 16.05.2024

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