Sangre Eterna

Capítulo 19: Sombras que Acechan

La noche había caído sobre el claro, y la luna brillaba en el cielo, bañando el paisaje en una luz plateada. Luna y Adriel se reunieron con el consejo de los Illumina, que se preparaban para enseñarles sobre las sombras que debían enfrentar.

—Hoy, aprenderán sobre la oscuridad y cómo combatirla —anunció Selene, su voz resonando con un tono serio. —Las sombras no son solo un desafío físico, sino también un combate mental y emocional. Deben comprender que la oscuridad puede tomar muchas formas.

Adriel miró a Luna, su expresión grave. —Estamos listos, ¿verdad?

—Sí —respondió ella, sintiendo una mezcla de nervios y determinación.

Selene guió a los jóvenes hacia un espacio más oscuro del claro, donde la luz de la luna apenas podía penetrar. La atmósfera se volvió tensa, y una sensación de inquietud llenó el aire.

—La oscuridad puede ser tentadora, puede seducir a aquellos que son débiles —continuó Selene. —Pero siempre hay una manera de enfrentarla. Deben aprender a reconocer sus manifestaciones.

Con un gesto de su mano, Selene hizo que las sombras se separaran, revelando figuras oscuras que comenzaron a moverse en el claro. Eran sombras humanoides, con rostros vacíos y cuerpos que parecían desvanecerse en la penumbra.

Luna sintió un escalofrío recorrer su espalda. —¿Qué son?

—Son representaciones de los miedos y las dudas que todos llevamos dentro —explicó Selene. —Al enfrentarse a ellas, no solo demostrarán su valentía, sino que también fortalecerán su conexión con la luz.

Los guerreros se colocaron en una formación defensiva, listos para ayudar a Luna y Adriel a enfrentarse a las sombras. Selene se volvió hacia ellos. —Recuerden, no están solos. La luz que han cultivado es su mayor aliada. Si sienten que las sombras los superan, busquen la luz dentro de ustedes.

—Lo haremos —dijo Adriel, su voz llena de confianza.

Con un movimiento de su mano, Selene dio la señal, y las sombras comenzaron a avanzar. Luna sintió que su corazón latía con fuerza mientras se preparaba para enfrentar a las entidades oscuras.

—Juntos —susurró, tomando la mano de Adriel.

A medida que las sombras se acercaban, Luna cerró los ojos por un momento, respirando profundamente. Recordó el entrenamiento que habían realizado, el poder de la luz que llevaban dentro. Abrió los ojos y proyectó su luz hacia las sombras, un haz dorado que iluminó el claro.

Las sombras retrocedieron, pero no se desvanecieron. En lugar de eso, comenzaron a transformarse, tomando la forma de los temores de Luna y Adriel.

—¿Qué está pasando? —preguntó Adriel, mirando a su alrededor.

—Están utilizando nuestras dudas contra nosotros —respondió Luna, sintiendo que sus miedos se intensificaban.

Una sombra se acercó a Luna, tomando la forma de su exnovio, su rostro distorsionado por la tristeza y la desesperación. —Nunca serás suficiente. Siempre estarás sola —susurró la sombra, su voz un eco de las inseguridades que había sentido en el pasado.

Luna sintió que su corazón se encogía. —¡No! —gritó, proyectando su luz hacia la sombra. —¡No eres real! No dejaré que mis miedos me controlen.

La luz brilló intensamente, y la sombra retrocedió. Pero en el fondo, sabía que tenía que enfrentar esta parte de ella para liberarse de su poder.

—Adriel, debemos unir nuestras luces —dijo, sintiendo que su conexión con él se fortalecía.

Adriel asintió y tomó su mano. —Sí, juntos somos más fuertes.

Ambos proyectaron su luz hacia la sombra que representaba sus temores, creando un resplandor brillante que comenzó a desvanecer la oscuridad. Las figuras se desmoronaron, pero sabían que esto era solo el comienzo.

Mientras enfrentaban a las sombras, otros guerreros también luchaban con sus propios miedos. Luna escuchó los gritos de sus compañeros, las manifestaciones de sus inseguridades resonando en el aire. Pero con cada enfrentamiento, con cada destello de luz, se estaban volviendo más fuertes.

Finalmente, después de lo que pareció una eternidad, las sombras comenzaron a desvanecerse, y el claro se llenó de luz. Selene observó con una expresión de aprobación.

—Han enfrentado sus miedos y han demostrado su valentía. Este es el primer paso para aprender a dominar la oscuridad. Recuerden, no es solo una batalla externa, sino también interna.

Luna se sintió exhausta pero aliviada. —¿Estamos listos para la siguiente parte del entrenamiento?

Selene sonrió. —Sí, pero esta vez se tratará de aprender a utilizar la oscuridad a su favor.

Adriel frunció el ceño. —¿Cómo podemos utilizar la oscuridad a nuestro favor?

—La oscuridad no es solo un enemigo; también puede ser una herramienta poderosa. Aprenderán a manipular las sombras para que trabajen con ustedes, no contra ustedes —explicó Selene.

Con eso, Selene comenzó a guiarlos en un nuevo ejercicio, enseñándoles cómo usar la oscuridad como una forma de protección y fuerza. Luna y Adriel se sumergieron en la práctica, sintiendo cómo la luz y la oscuridad podían coexistir en equilibrio.

A medida que avanzaba la noche, los jóvenes se sintieron cada vez más seguros en sus habilidades, aprendiendo a aceptar tanto la luz como la oscuridad en su viaje.

Cuando finalmente terminaron, el cielo comenzaba a clarear, y la luz del amanecer llenaba el claro. Luna se sintió llena de energía, lista para enfrentar lo que vendría.

—Estamos listos —dijo Adriel, su mirada llena de determinación.

Con el conocimiento de la luz y la oscuridad en sus corazones, sabían que podían enfrentar cualquier desafío que se avecinara.



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En el texto hay: ficcion, vampiro

Editado: 06.10.2024

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