Capítulo 22: La Batalla Final

La noche había caído por completo cuando Luna, Adriel y los guerreros Illumina llegaron al campo de batalla, un vasto claro rodeado de árboles oscuros y retorcidos. La luna llena brillaba en el cielo, iluminando el paisaje con una luz plateada, como un recordatorio de que la luz siempre estaba presente, incluso en la oscuridad más profunda.

Selene se detuvo en el centro del claro, mirando a cada uno de los guerreros con determinación. —Este es el momento que hemos estado esperando. Nyx está cerca y, cuando llegue, debemos estar preparados. Cada uno de ustedes tiene un papel vital en esta batalla.

Luna se sintió nerviosa pero decidida. Sabía que el momento de demostrar su fuerza y la luz que llevaban dentro había llegado. Se volvió hacia Adriel, quien la miraba con confianza.

—No estás sola en esto, Luna. Siempre estaré a tu lado —dijo él, apretando su mano.

La voz de Selene interrumpió sus pensamientos. —Recuerden, Nyx se alimenta del miedo. Mantengan sus corazones llenos de luz y no permitan que la oscuridad los consuma.

Un viento helado sopló a través del claro, y Luna sintió un escalofrío recorrer su espalda. Sabía que Nyx estaba cerca. Con cada segundo que pasaba, la tensión aumentaba.

De repente, una risa profunda resonó en el aire, y Nyx apareció entre las sombras, su figura imponente recortada contra la luz de la luna. —¡Hola, pequeños iluminados! —dijo, su voz llena de sarcasmo. —He estado esperando este momento con ansias.

Luna sintió que su corazón latía con fuerza. —Estamos aquí para detenerte, Nyx. Tu oscuridad no puede prevalecer.

Nyx se acercó, su mirada burlona fija en ellos. —¿De verdad creen que pueden detenerme? La luz es tan frágil, y la oscuridad siempre encontrará una manera de devorarlo todo.

—La luz es más fuerte de lo que imaginas —replicó Adriel, su voz resonando con confianza. —Estamos aquí para proteger lo que amamos.

Nyx soltó una risa escalofriante. —Entonces, intentémoslo. Pero primero, veamos cuán fuerte es realmente esa luz.

Con un gesto de su mano, Nyx invocó sombras que se arremolinaron a su alrededor, creando un torbellino oscuro que avanzó hacia ellos. Luna sintió la presión del miedo asomarse en su mente, pero recordó las palabras de Selene y su conexión con Adriel.

—¡Luz! —gritó, proyectando su energía hacia adelante.

El haz de luz brilló intensamente, chocando contra las sombras y creando una explosión de energía. La luz se extendió a su alrededor, y Luna sintió que su poder se unía al de Adriel. Juntos, estaban creando algo hermoso y poderoso.

Las sombras comenzaron a retroceder, y Nyx frunció el ceño. —No me subestimen. Esto es solo el comienzo.

Con un movimiento de su mano, las sombras se transformaron en figuras conocidas, los rostros de sus temores manifestándose en la oscuridad. Luna vio a su exnovio, su voz resonando en su mente: “Nunca serás suficiente”.

—No! —gritó, sintiendo la angustia crecer dentro de ella. —No permitiré que esto me controle.

Adriel se acercó a ella, tomando su mano con firmeza. —Recuerda lo que valoras, Luna. La luz siempre prevalecerá. ¡Sigue adelante!

Con un impulso de fuerza, Luna cerró los ojos y se concentró en la luz que llevaban dentro. Recordó sus momentos felices, la conexión que compartía con Adriel, y cómo habían superado juntos cada desafío.

—¡Luz! —gritó, abriendo los ojos y proyectando una energía brillante hacia las sombras.

El haz de luz estalló, disipando las figuras distorsionadas. Nyx retrocedió, sorprendido por la fuerza que habían mostrado.

—Esto es imposible —murmuró, su voz llena de incredulidad.

—No es imposible —dijo Adriel, su voz resonante. —Es la luz que llevamos en nuestros corazones. ¡Es nuestro amor!

Mientras continuaban luchando, la batalla se intensificó. La luz de Luna y Adriel se entrelazaba, creando un resplandor deslumbrante que iluminaba el claro. Cada vez que las sombras intentaban acercarse, eran repelidas por la energía pura que emanaba de ellos.

Nyx, furioso, alzó sus manos y lanzó un ataque oscuro. Las sombras se arremolinaron en un torbellino, avanzando hacia Luna y Adriel, tratando de aplastarlos.

—¡No! —gritó Luna, sintiendo que el miedo intentaba invadirla de nuevo. —¡Debemos unir nuestras luces!

—¡Juntos! —respondió Adriel, su voz firme.

Se tomaron de las manos y concentraron toda su energía, proyectando un haz de luz más brillante que antes. La luz se disparó hacia las sombras, creando una explosión que iluminó el claro.

Luna sintió la energía fluir a través de ella, como si cada rayo de luz resonara con su ser. Las sombras comenzaron a desvanecerse, y Nyx gritó en frustración.

—¡Esto no terminará aquí! —exclamó Nyx, retrocediendo hacia la oscuridad.

—¡La luz siempre prevalecerá! —gritó Luna, su voz llena de fuerza.

Con un último esfuerzo, Luna y Adriel unieron sus energías en un resplandor deslumbrante, uniendo su luz en un único destello que atravesó la oscuridad. Las sombras se desvanecieron, y el claro se llenó de luz.

Nyx, atrapado por el resplandor, gritó mientras la oscuridad se disipaba a su alrededor. —¡No! ¡No puede ser!

Con un último estallido de energía, la luz de Luna y Adriel envolvió a Nyx, y la oscuridad fue consumida por completo. La batalla había terminado.

El claro volvió a la calma, y los guerreros Illumina estallaron en vítores. Luna y Adriel, exhaustos pero eufóricos, se abrazaron en medio del resplandor.

—Lo hicimos —susurró Adriel, sus ojos llenos de asombro y amor. —Lo logramos.

—Sí, juntos —respondió Luna, sintiendo que su conexión era más fuerte que nunca.

Selene se acercó, sonriendo con orgullo. —Han demostrado una valentía y una fuerza admirables. La luz siempre encontrará su camino.

Luna miró a su alrededor, viendo a sus amigos y compañeros, sintiendo la gratitud llenar su corazón. Habían enfrentado la oscuridad y habían prevalecido.