Capítulo 19:
Desprecio
Danna
Me despierto con un rayo de sol iluminándome el rostro; pestañeo porque me ha encandilado. Estoy en la parte trasera del auto en los brazos de Nick, que me observa. Últimamente como que se ha dedicado a eso.
Siento que nos estamos moviendo, es Cristal quien va al volante ahora. Alexis todavía está dormido en el puesto del copiloto.
—¿Por dónde vamos? —pregunto tratando de orientarme, pero ni idea de dónde estoy.
—Ya estamos casi cerca, sólo nos desviamos de la carretera —explica Cristal.
—¿Qué dijo tu madre acerca de mí? —quise saber. Ese era un tema que aún no habíamos tocado.
—No mucho —guarda silencio unos segundos—. Dijo que tu sangre está maldita.
Me quedo atónita por lo que dice, y me dispongo responder cuando Nick pregunta:
—¿Qué significa?
—No lo sabemos, las cartas se volvieron negras mientras mamá intentaba lee… cada una de ellas se volvió negra. También, uso un tabaco que se partió a la mitad y se apagó; eso sucede cuando esa persona está podrida.
—¿Cómo? —exijo una explicación, ya que no he entendido nada.
—Eso quiere decir que hay mucha magia negra en ti o a tu alrededor. Mamá cree que te entrelazaron con tu gemela después de que ella murió, y puesto que sus huesos fueron sacados de su tumba…
—¿Visitaron la tumba de Danny?
—Sí ¿no lo habia mensionado? —dice Nick pensativo.
—No, no lo hiciste. ¿Y eso es bueno o malo? —pregunto inocente de todo lo que dicen.
—Muy malo. No es un simple trabajo de brujería con velones y esencias, va mucho más allá: tu alma está unida a un muerto y no sólo por magia, sino también por sangre. Eso es lo que cree mamá.
—¿A Danny?
—Es posible —dice Nick—, eso explicaría un poco porque te ataca.
—Yo diría que es más complicado que eso —interviene Cristal—, esa niña es muy fuerte. Te ataco, y no la sentimos. Sin contar el hecho de que han pasado ¿Qué? trece o catorce años desde que murió, ¿Por qué viene por ti ahora? ¿Qué la hizo ser tan fuerte?
Esas son demasiadas preguntas, y si ellos no tienen como respoderlas a mi solo me provocan dolor de cabeza.
—En lo que dijo esa mujer… ah, la vecina —interviene Alexis, ha estado muy callado en esta conversación, ya se hacia extraño que no comentara nada—, mensiono algo sobre unos ojos enrojecidos…
—Cierto —concuerda cristal muy sonriente—, lo que me lleva a pensar de que algo tuvo que haber pasado con tu hermana mucho antes de se volviera loca y te atacara.
—Eso te hace más interesante Danna, eres todo un misterio —musita Nick como si fuera un gran chiste.
Para mi es una pesadilla.
Me quedo pensando en lo que dice e intuyo no haber entendido absolutamente nada, muy a pesar de lo que me ha explicado. Acaso, ¿existen varias formas de hacer brujería? ¿Cómo es eso de que estoy atada a un muerto, es eso posible? ¿Qué demonios significa que mi sangre está maldita? Quiero preguntarles, pero ellos se muestran tan confundidos como yo.
Mis clases comenzarán la semana entrante y no quiero tener que lidiar con esto de los fantasmas ni la brujería tampoco, espero que mi madre pueda esclarecer todas nuestras dudas y que esto se resuelva tan pronto sea posible. Ya quiero despertar de esta horrible pesadilla en la que se ha convertido mi vida.
👻👻👻
Estoy frente a la casa de mi madre. Observo todo a su alrededor y permanece igual que en mis recuerdos, no ha cambiado en nada. Ya han pasado casi tres años de no ver a mi madre ni a mi hermano, y no estoy segura de cómo me vayan a recibir.
Toco la puerta y se escuchan pasos, el pomo gira y mi madre aparece detrás de la puerta. Por segundos no la reconozco. Cuando me fui de casa ella estaba mucho más conservada, era una mujer mayor pero no lo aparentaba.
Ahora, las arrugas y líneas de expresión en su rostro son más que evidentes, sus ojos están marchitos, su cabello está hecho un desastre; no es la mujer que recuerdo, tan coqueta y siempre arreglada, ahora parece estar muerta en vida.
—¿Qué haces aquí, Danna? —me pregunta con su tono de voz grueso.
Bueno, me he equivocado. Está cambiada en cuanto aspecto físico se refiere, pero sigue siendo la misma madre que me gritó en la cara que estaba muerta para ella.
—Necesitamos hablar.
—¿De qué?
—Sobre Danny —digo, al mismo tiempo que me hago camino dentro de la casa. Los chicos entran después de mí, y mi madre se queda confundida en la entrada.
—¿Cómo sabes de ella? —me pregunta. Veo terror en sus ojos.
—¿Será porque ha decidido matarme en estos últimos días? —pregunto irónicamente. Ella no responde —quiero que me digas que fue lo que pasó, y quiero la verdad.
Me he instalado en una silla de madera, Alexis también. Pero Cristal y Nick se han puesto a mirar la casa; mi madre los observa con recelo, pero no dice nada.