Capítulo 20: Pensamientos

Capítulo 20:

Pensamientos 

Nick 

Mamá no se encontraba en casa para cuando llegamos. Dejó una nota indicando que estará con Tomasa, le preocupa no haber obtenido nada en sus lecturas sobre… mi novia. Si lo hubiera planificado estaría estancado como Thomas lo estuvo, fue fortuito e inesperado. Danna me gusta mucho, se ha vuelto tan interesante y peligroso a la vez que estar a su lado es adictivo. El misterio me ha envuelto, así como mi hermana se ha visto tentada a ayudarla sin darme ninguna razón. 

Es oficial tengo novia. 

Dedicarme a cazar almas malditas no es precisamente un hobbit que puedas comunicarle a cualquier persona, a pesar de que en el país existe una influyente población de creyentes en todas las religiones que hacen contacto con los muertos, por un medio o por otro. Mencionar que en simples palabras eres un cazador, para algunos eres un completo lunático y para otros eres un enemigo. 

Mi relaciones amorosas nunca han superado esa confianza que me permita exponer mi realidad, con Danna es diferente. 

Me es difícil explicármelo a mi mismo, ella con todo y que no cree en nada, me genera confianza. Pueda que tenga que sea por todo lo que esta pasando a su alredor, esta obligada a abrir sus ojos al mundo sobrenatural que se manifiesta entre los vivos. 

La visita a su madre no fue nada revelador, al contrario, nos ha lanzado una perla ¿Por qué culpar a su otra hija? ¿Qué enredo es este? ¿Porque no podemos ver el pasado de Danna? 

—No encuentro nada sobre Elizabeth Rodríguez, esa mujer es un fantasma —dice mi hermana con sarcasmo dando un golpe contra el mesón de la cocina, con la vista fija en la pantalla de su lapto. 

No ha parado de navegar desde que llegamos. La situación de Danna es preocupante. Estamos en un camino a ciegas, no podemos luchar contra un fantasma sin saber que lo ata a este mundo. 

—Insisto, contactar con la vecina podría darnos mejores resultados. 

Hago una lista de las desgracias que ha acechado a la familia de Danna, después de la muerte de su hermana gemela.  

Primero, Danny murió en el 2000. Su compartamiento a los cinco años esta fuera de lo normal en un niño a esa edad.  

Segundo, el padre murió hace siete años. 

Tercero, la tía Clara hace años y medio. 

Cuarto, Elena y Ema hace unas pocas semanas. 

—Lo hare, es lo mejor que tenemos hasta ahora —vuelve a teclerar. 

Regreso la vista a la libreta. La muerte de danny fue un accidente, pero la de su padre y la tía…

—¿Sabes como murió el padre y la tía de Danna? 

La muerte de Elena y Ema fue provocada por Danny, no me sorprendería que también se encargara de los demás. Le doy golpecitos a la libreta con la punta del lápiz, un repiquetear que va al ritmo de mis pensamientos. Todo guarda relación, lo que quiero comprender es la razón. ¿Por qué matar a su familia? Su muerte fue un accidente a menos que… no, no puede ser… 

—Alexis me comento que la tía Clara era una mujer sana, su muerte fue sorprevisa, su corazón se detuvo, lo interesante es que nunca tuvo problemas cardiacos... En cuanto al padre, fue un accidente de auto, en su auto, el mismo con que arrollo a su hija… Perdio el control del coche o algo así. Nick. Nick, ¿en que piensas? 

La voz de Cristal me saca de mis cabilaciones. 

—Esa mujer, Elizabeth no es alguien que trate directamente con brujerías —Cristal asiente. Mientras estuvimos en la casa mi relicario no indico nada, como lo hizo con Robert—. Entonces, alguien tuvo que haber atado a Danny… removió los huesos de su tumba. 

¿Dónde los pudo haber enterrado de nuevo? 

—No creo que en el patio de su casa, seria muy evidente —mi hermana se muerde una uña. 

—También, mensiono que le habían ofrecido algo a Danny, esa es la razón por la cual se ha ensañado con su propia familia. Tenemos una bruja experimentada que se desvio del camino. 

La historia esta tomando forma, poco a poco, pero siguen faltando algunas piezas. 

—Las que se desvían del camino son nuestro problema a diario —murmura. 

Las personas deberían dejar de jugar a ser dios. 

El mal no descansa, siempre hay alguien convocándolo sin importarle a quien arrastra, persona inocentes siempre quedan atrapadas en esa telaraña, como la sobrina de Danna y su hermana. 

—¿No me dirás que viste en Danna? —ignora mi pregunta, mantiene la vista fija en el computador, finje estar concentrada. Con la punta del lápiz doy puntaditas en su antebrazo. 

Cristal voltea los ojos con disgusto. Retiro mi arma con una carcajada atravesada en mi garganta. 

—No dejaras de insisitir, ¿cierto? —se cruza de brazos. 

Sonrío por mi victoria. 

—No, eso iria en contra de sacear mi sed de curiosidad —. Dejo a un lado el lápiz y la libreta. 

—No sé como explicarlo. Ella tiene algo especial, es  
como si brillara. 

Me masaje lo sien, pero no ayuda para entenderla.