Robert Harris se encontraba en frente del espejo de su habitación en la residencia de solteros de Hastings House. Este e colocó su saco y se peinó un poco el cabello.
Al llegar a la Hastings Summer Week su primera impresión era que se iba a aburrir demasiado, ya que los aristócratas que estaban allí algunos estaban en la más absoluta quiebra y obviamente querían abordarlo, las madres de las jóvenes debutantes alejaban a sus hijas de él y de Ethan; las mujeres viudas lo querían en su cama y otros lo miraban con hastío. Ya saben, lo típico.
Hasta que la vio a ella. De saber que estaría en Hampshire, Robert hubiese viajado mucho antes y para mejorar el asunto había escuchado que la propiedad siguiente a esta era Westhampton Terrace; eso le sacó una sonrisa. Aún no había tenido tiempo de ver la magnitud de grandeza de Westhampton Terrace, pero ya lo haría más tarde.
En ese momento entró Ethan a su habitación y se echó a reír—No tienes remedio hombre—le dijo este mientras se sentaba en el sillón—Joder ¿Viste las dos mujeres que estaban con Lady Georgiana? —este emitió un chiflido—¡Unas completas bellezas! ¿Viste a la pelirroja?
Robert comenzó a arreglarse la corbata—¿La pelirroja dices? Parece una prostituta
Ethan puso los ojos en blanco—Cuidado con lo que dices Robert, es la cuñada de Westhampton
—Sólo dije que parecía y la otra tiene el molde de la mujer insípida inglesa pero tiene un brillo en sus ojos ligeramente misterioso. De igual forma me agradaron
Ethan se pasó una mano por su cabello—Tienes una percepción de la gente muy extraña Robert, incluso a veces he llegado a pensar que no eres de este mundo
Robert le sonrió a través del espejo—Ella es diferente a las demás, por eso me gusta
—¿Lady Georgiana? Pues… algo así. A mí me parece una mujer normal
—No, ella no es una mujer normal. Ella esconde muchas cosas
—¿Qué clase de cosas?
—No lo sé, pero espero que sean muy perturbadoras—Robert tomó su sombrero—Me voy, nos vemos
Ethan se puso de pie—¡Espera! —Exclamó este y Robert se detuvo—¿Me harías un favor? Como cosa tuya le preguntas a Lady Georgiana si su hermana está aquí
Robert lo miró divertido—Vaya, vaya…
—No me mires así imbécil, solo quiero devolverle su listón
—Claro
—Robert yo no soy como tú, no voy tras las mujeres inalcanzables. Además yo no estoy hecho para el matrimonio y es lo único que esa hermosa mujer se merece
Este se echó a reír—Está bien, le preguntaré. Nos vemos—y al decir esto se fue
La brisa helada acarició el rostro de Robert, agradecía que la residencia de solteros no estuviera tan lejos de la casa. En el camino había muchas personas paseando y saludó de cabeza a unos cuantos.
Visualizó a los duques de Hastings y estos le sonrieron; él se acercó a saludarlos.
—Espero que todo haya sido de su agrado señor Harris—le dijo la duquesa
—Lo es, muchísimas gracias por su hospitalidad
—Harris estoy interesado en hacer un negocio con usted, lo espero mañana luego de la cena en la sala de fumadores—le dijo el duque
—Allí estaré excelencia
—¡Catherine! —la duquesa lo miró—Señor Harris ¿Conoce usted a nuestra hija? ¿La condesa de Addington?
—No he tenido el placer—fue la respuesta de este
—¡Catherine! —la llamó una vez más la duquesa. Robert miró en donde se encontraba la hija de los duques y tuvo que recurrir a todo su autocontrol para mantener su expresión neutral.
<<Es la insípida que besó a Lady Georgiana>> se percató mientras la veía acercarse.
—Hija ¿Dónde está Addington? —le preguntó la duquesa
—Está conversando con unos colegas—le respondió ésta
—Deja que te presente al señor Harris, es un importante hombre de negocios—le informó a ella
La condesa asintió—Encantada de conocerlo señor Harris
Este se tocó el sombrero—El placer es todo mío mi lady