En Génesis 19, dos ángeles llegan a Sodoma al atardecer, donde Lot los recibe y les ofrece hospedaje. Aunque inicialmente rechazan la oferta, Lot los convence y los lleva a su casa, donde les prepara una cena. Antes de que puedan dormir, los hombres de la ciudad rodean la casa exigiendo tener relaciones con los visitantes. Lot ofrece a sus hijas en su lugar, pero los hombres insisten violentamente. Los ángeles protegen a Lot y lo sacan de la casa, cegando a los hombres. Luego, advierten a Lot que escape de la ciudad antes de su destrucción, lo que él hace junto con su familia. Lot pide ir a una pequeña aldea cercana en lugar de las montañas, y los ángeles lo permiten. Cuando Lot llega a salvo a la aldea, Dios hace llover fuego y azufre sobre Sodoma y Gomorra, destruyéndolas. La esposa de Lot desobedece la orden de no mirar atrás y se convierte en una estatua de sal. Abraham ve la destrucción desde lejos. Lot y sus hijas escapan a la aldea, pero más tarde, sus hijas, creyendo que no hay más hombres, emborrachan a su padre y tienen relaciones sexuales con él para preservar su descendencia. Como resultado, quedan embarazadas y dan a luz a Moab y Ben-ammi, ancestros de los moabitas y los amonitas, respectivamente.