Raquel, incapaz de concebir hijos, se envidia de su hermana Lea y le pide a Jacob que le dé hijos. Jacob se enoja y Raquel le ofrece a su sierva Bilha para tener hijos a través de ella. Bilha da a luz a dos hijos, Dan y Neftalí. Luego, Lea hace lo mismo con su sierva Zilpa, quien da a luz a dos hijos, Gad y Aser. Más tarde, Lea concibe otros dos hijos, Isacar y Zabulón, y una hija llamada Dina. Finalmente, Dios escucha a Raquel y le concede tener un hijo, José. Después de esto, Jacob decide dejar a Labán y regresar a su tierra. Jacob y Labán acuerdan que Jacob se quede y cuide el rebaño a cambio de un salario justo. Jacob utiliza métodos para aumentar su propio ganado, lo que resulta en su enriquecimiento y posee muchas ovejas, siervos y otros animales.