Moisés nació en una época difícil. Su mamá lo escondió en un río para salvarlo. La princesa de Egipto lo encontró y lo crió como su hijo. Cuando Moisés creció, vio que trataban mal a su gente y defendió a un hebreo. Por miedo, huyó a otro lugar donde ayudó a unas hermanas en un pozo y terminó viviendo con ellas. Se casó y tuvo un hijo. Dios vio el sufrimiento de su pueblo y decidió ayudar.