Dios le dice a Moisés que hará que el faraón deje ir a los israelitas. Aunque Moisés duda por su dificultad para hablar, Dios le asegura que estará con él. Dios también repasa su promesa a los ancestros de Israel y reafirma su pacto. A pesar de que los israelitas están desanimados y no escuchan a Moisés, Dios insiste en que Moisés hable con el faraón. Además, se menciona la genealogía de algunos clanes de Israel, incluidos los ancestros de Moisés y Aarón. Al final, Moisés sigue preocupado por hablar con el faraón, pero Dios le reitera su mandato.