Moisés y los israelitas cantaron una canción de victoria a Dios por salvarlos y derrotar a los egipcios en el mar. La canción alaba a Dios como un poderoso guerrero y celebra su triunfo sobre los enemigos de Israel. Después, Miriam y las mujeres celebraron con música y baile. Viajando por el desierto, llegaron a Mara, donde el agua era demasiado amarga para beber. Moisés, siguiendo las instrucciones de Dios, hizo que el agua se volviera potable. Dios prometió proteger a los israelitas de las enfermedades de Egipto si le obedecían. Finalmente, llegaron al oasis de Elim, donde descansaron junto a aguas frescas y palmeras.