Dios ordena a Moisés tallar dos nuevas tablas de piedra como las primeras. Moisés sube al monte Sinaí y Dios desciende en una nube, proclamando su nombre y su naturaleza compasiva. Moisés ruega a Dios que los acompañe, y Dios renueva el pacto con Israel, prometiendo realizar milagros en su favor. Dios advierte sobre la adoración a otros dioses y establece diversas regulaciones, incluyendo la celebración de festivales y la entrega de las primicias. Moisés permanece en el monte durante cuarenta días y noches, sin comer ni beber, mientras Dios escribe los mandamientos en las tablas de piedra. Al descender, Moisés irradia luz debido a su encuentro con Dios, lo que asusta al pueblo. Moisés les transmite las instrucciones divinas y cubre su rostro con un velo cuando no está hablando con el Señor.