Se purifican personas sanadas de enfermedades de la piel mediante una ceremonia con aves y agua con sangre, realizada por el sacerdote. Las personas ofrecen corderos al sacerdote después de una semana como agradecimiento por la cura. Si una casa tiene moho, el sacerdote la inspecciona y, si no desaparece, se limpia. El sacerdote utiliza aves y sangre para limpiar una casa afectada por el moho. Estas reglas religiosas determinan la limpieza o impureza de personas y objetos.