Dios dice a Moisés cómo hacer votos especiales y rescatar las ofrendas al Señor. Si alguien hace un voto, el sacerdote fija su valor. Si no puede pagar, el sacerdote ajusta el precio. Las ofrendas al Señor deben ser santas y no pueden ser cambiadas. Si alguien dedica algo al Señor, el sacerdote evalúa su valor y si la persona quiere recuperarlo, paga el precio más un veinte por ciento. Lo dedicado al Señor no puede ser vendido. La décima parte de los productos de la tierra pertenece al Señor. Los animales también deben ser apartados como santos. Estas son las instrucciones de Dios a través de Moisés.