Dios instruyó a Moisés y Aarón sobre cómo organizar el campamento de Israel. Cada tribu debía acampar en un lugar específico alrededor del tabernáculo, con un estandarte propio. Las tribus de Judá, Isacar y Zabulón acamparían al este; Rubén, Simeón y Gad al sur; Efraín, Manasés y Benjamín al oeste; y Dan, Aser y Neftalí al norte. Cada grupo tendría un jefe y un número determinado de tropas. En total, las tropas sumaban 603,550 hombres, excluyendo a los levitas. Israel siguió estas instrucciones al pie de la letra, estableciendo sus campamentos y marchando según lo ordenado por Dios.