En Números 11, el pueblo comienza a quejarse de las dificultades que enfrentan en el desierto, lo que provoca la ira de Dios. Cuando algunos empiezan a anhelar la comida de Egipto, Dios les envía codornices para comer, pero también les envía una plaga como castigo por su queja. Moisés se siente abrumado por la carga de liderar al pueblo y pide ayuda a Dios. Dios le ordena elegir a setenta líderes para compartir la responsabilidad. Eldad y Medad, aunque no están en el tabernáculo, también reciben el Espíritu de Dios y profetizan. Dios envía codornices como respuesta a la queja del pueblo, pero también les castiga por su ingratitud con una plaga.