En Números 13, Moisés envía a doce espías, uno de cada tribu, para explorar la tierra de Canaán que Dios prometió dar a los israelitas. Después de cuarenta días, los espías regresan con informes mixtos: la tierra es fértil y abundante, pero también está habitada por pueblos poderosos y ciudades fortificadas. Aunque Caleb insta a conquistar la tierra con confianza, la mayoría de los espías difunden un informe negativo, diciendo que la tierra devorará a quienes intenten vivir allí y que los habitantes son gigantes.