En Números 18, Dios asigna a Aarón y a los levitas responsabilidades específicas en el tabernáculo. Aarón y sus hijos son los sacerdotes principales, encargados de los rituales sagrados y reciben ofrendas especiales como su sustento. Los levitas son sus asistentes y reciben los diezmos del pueblo como su porción. Deben dar una décima parte de los diezmos al Señor y pueden comer la mejor parte como recompensa por su servicio, pero deben tratar las ofrendas sagradas con respeto.