En Números 25, mientras los israelitas estaban acampados en la arboleda de Acacias, algunos hombres se contaminaron al tener relaciones con las mujeres moabitas y adoraron a los dioses de Moab, incluido Baal de Peor. Esto provocó la ira del Señor contra Israel. Dios ordenó a Moisés que ejecutara a los líderes israelitas que participaron en la adoración a Baal de Peor. Moisés ordenó a los jueces de Israel que mataran a los culpables. Durante este tiempo, un israelita llevó a una madianita a su carpa frente a Moisés y todo el pueblo. En respuesta, Finees, el hijo de Eleazar y nieto de Aarón, se levantó y mató tanto al hombre israelita como a la madianita con una lanza. Esto detuvo la plaga que estaba matando a los israelitas, pero ya habían muerto veinticuatro mil personas. Dios elogió a Finees por su celo en defensa de la pureza del pueblo de Israel y estableció un pacto de paz con él y sus descendientes, otorgándoles el derecho perpetuo al sacerdocio. Luego, Dios ordenó a Moisés que atacara a los madianitas y los destruyera por haber agredido a Israel y haberlos llevado a la adoración de Baal de Peor, así como por el incidente con Cozbi, la hija de un líder madianita, que murió durante la plaga en Peor.