En Números 28, Dios instruye a Moisés sobre las ofrendas diarias, mensuales y festivas que deben presentarse ante el Señor. Se establecen rituales específicos para las ofrendas quemadas diarias, incluyendo la cantidad y calidad de los animales sacrificados, así como la ofrenda de grano y líquida acompañante. Además, se detallan las ofrendas especiales que deben presentarse en el primer día de cada mes, en la celebración de la Pascua, y durante el Festival de la Cosecha. Estas ofrendas deben ser sin defecto y se ofrecen como un aroma agradable al Señor.