Moisés guía al pueblo de Israel en su travesía por el desierto, siguiendo las instrucciones del Señor. Les recuerda que no deben molestar a los edomitas ni a los moabitas, ya que el Señor les ha dado su tierra como posesión. También les relata la derrota de Sehón, rey de Hesbón, a quien el Señor entregó en manos del pueblo de Israel. A pesar de las victorias, el pueblo sigue respetando las instrucciones del Señor y evita luchar contra ciertas ciudades y territorios que el Señor les ha prohibido.