Moisés instruye al pueblo de Israel sobre los mandatos y decretos del Señor, instándolos a obedecerlos para disfrutar de una vida próspera en la tierra prometida. Les recuerda amar al Señor con todo su ser y enseñar estos mandamientos a sus hijos, recordándolos constantemente en sus conversaciones y mostrándolos en sus acciones diarias. Les advierte que, al prosperar en la nueva tierra, no olviden al Señor que los liberó de la esclavitud en Egipto. También les advierte sobre la tentación de adorar a los dioses de las naciones vecinas y les recuerda obedecer diligentemente los mandatos del Señor para asegurar su bienestar. Les instruye a enseñar a sus hijos sobre la historia de su liberación de Egipto y cómo el Señor los ha bendecido y protegido, para que comprendan la importancia de obedecer los mandamientos de Dios.