Deuteronomio 24 establece varias regulaciones para la vida cotidiana y la moralidad. Se permite el divorcio si un hombre encuentra algo reprochable en su esposa, pero si ella se casa de nuevo y el segundo marido la desprecia, el primer esposo no puede volver a casarse con ella. Se instruye que un hombre recién casado esté libre de deberes durante un año para hacer feliz a su esposa. Se prohíbe tomar un conjunto de piedras de molino como garantía de un préstamo, ya que el dueño las necesita para su trabajo. Se establece la pena de muerte para quien secuestre o venda a un israelita como esclavo. Se instruye seguir las indicaciones de los sacerdotes en casos de enfermedades de la piel y se recuerda el castigo que Dios infligió a Miriam. Se insta a devolver las garantías de los préstamos y a tratar con justicia a los obreros, los huérfanos y los extranjeros. Se prohíbe la práctica de aceptar la ropa de una viuda como garantía. Se ordena dejar parte de la cosecha para los necesitados y se recuerda que los israelitas fueron esclavos en Egipto como motivo para actuar con compasión y justicia.