En Deuteronomio 32, Moisés proclama un cántico llamando a los cielos y la tierra a escuchar. Habla sobre la fidelidad de Dios y la ingratitud del pueblo de Israel. Describe cómo Dios los protegió y los cuidó, pero cómo ellos lo abandonaron por ídolos falsos. Advierte sobre las consecuencias de su rebeldía y la justicia de Dios. Moisés instruye a Josué y al pueblo a tomar en serio estas palabras, ya que son su vida. Dios le dice a Moisés que vaya a Moab, pero no entrará en la tierra prometida debido a su desobediencia.