—La señora Natasha y yo, salimos de la naviera, rumbo a mi casa. Señora, esta segura que quiere ir a mi casa. Mire yo no vivo en un área que no es para nada exclusiva y además mi casa es humilde.
—Dania, por favor no me creas una mujer tan superficial. Además estoy ansiosa por conocer a tu mamá.—
—Ay señora, la verdad me preocupa dejar a mi mamá sola. Mejor, yo no voy a “La Dimora”.
—Ya tengo eso cubierto, Dania. Confía en mí. Pensé quedarme a acompañar a tu mamá, pero le conseguí una amiga mas acorde con su edad, estoy segura que se llevarán muy bien— En, serio jefa — Siii, ya lo verás.
—Llegamos hasta donde vive Dania, por supuesto que cuando le comente a Alonso lo que haríamos, mando a Damián para que nos cuidará, el Maybach negro entra al humilde barrio, donde esta ubicada el apartamento de la familia de Dania — Esta es un área bastante tranquila, señora. Me dice Damián, al abrir la puerta. Igual estaré aquí, esperando que la señora Soraya llegue y coordinare con su escolta la seguridad.
Tambièn me encargare de mantener al jefe informado, para que no requiera estar llamándola constantemente e interrumpiéndola — Eres un sol, gracias Damián — A la orden, señora.
—La señora Natasha, me sigue por las pequeñas escaleras, hasta llegar a la puerta de nuestro apartamento.
Decido tocar la puerta, para sorprender a mi mamá, ya que es temprano y no me esperan aún.
—Hija, ¿Dejaste tu llave?¿Porqué llegas temprano, paso algo? — Hola mamá, digo sonriendo. Te presento a mi jefa la señora Natasha Ferrara — Oh bienvenida, señora. Pase adelante.
—Yo quería, darle las gracias; por todo lo que ha hecho por nosotros. Dice mi mamá — Buenas tardes, saluda mi hermano Gabriel. Quién mira anonadado a mi jefa, lo que es normal porque Natasha Ferrara es una mujer muy hermosa —Mucho gusto, señora — Hola Gabriel, tu hermana esta muy orgullosa de ti y siempre te menciona — Gracias, contesta Gabriel. Sin dejar de mirarla.
—¿Cómo se llama, usted señora? — Marina, mi nombre es Marina, contesta mi mamá — La felicito, tiene unos hijos muy guapos, me alegro mucho que su salud este mejorando y aprovecho la oportunidad para pedirle permiso, para que Dania me acompañe a mi amiga Soraya y a mí a un lugar esta noche — ¿Necesitas que me quede hoy, hermana? — No Gabriel, ya tengo eso cubierto, ve a tus clases tranquilo. Contesta mi jefa — Gracias, señora — Sí, señora; no hay problema mi hija puede acompañarla. Solo cuídemela mucho — Unos leves toques en la puerta, hacen que mi hermano camine hacía ella para abrir.
—Buenas tardes, dice el torbellino Russo, entrando con paso de reina en medio de pasarela — La reacción de Gabriel nos hace gracia a todas, esta con la boca abierta, mirando a la pelirroja — Bienvenida, señora Soraya. Dice Dania — Ay no, Dania. Eso de Señora déjalo para tu jefa, yo soy solo Soraya. Este primorcito debe ser tu hermano cierto— Ujum, asiente Gabriel con la cabeza — Mucho gusto y esta bella dama, seguro es tu madre; un placer — Mucho gusto, Soraya. Contesta mi mamá.
—Traje todo, mi Naty— Que eficiencia, amiga — Me extraña, mi reina.
—Podemos ir a tu habitación Dania, dice Soraya volteándose hacia mí y por favor, que nadie nos interrumpa.
—Guío a mi jefa y a Soraya hasta mi cuarto. Pasen por favor.
—Ok, Dania vamos al grano. Soy una mujer directa. Hoy, te vamos a convertir en una mujer matona. Dice mi jefa — Y no es solo para hoy querida, es para la vida entera. Sonríe diciendo Soraya— no entiendo a que se refieren— A ver Dania, presta atención dice la pelirroja. ¿Viste la cara de tu hermano al verme llegar? — Todas los vimos, casi babea al verla — Y estoy segura que le paso igual cuando vio a Naty, aunque obvio yo soy mas bella — ¡Sueña! dice mi jefa con una ceja alzada, mientras mira a su amiga con el mentón levantado — Si, también quedo anonadado cuando la vió —¿ Y nos viste hacer algo o actuar de alguna manera en especial?— No, solo fueron ustedes mismas. Aunque en su caso si la vi entrar a la casa, como toda una reina — Es que yo soy una reina, mi amor. Camino así, porque así me siento, así respiro y así me veo. Por lo tanto así me van a tratar, quienes me vean. Dice Soraya— Pero, es que con esa ropa y esos zapatos lo parece — No te equivoques Dania, contesta Soraya, seria. No es lo que me pongo, es como lo luzco. No es la ropa soy yo. Entiendes el concepto.
— Creo que sí, Soraya — Eres una mujer hermosa e inteligente Dania. Pero te falta la actitud, dice mi jefa. Necesitamos que te sientas una reina, como la dueña del mundo, o como la hija del dueño, tu escoges el adjetivo que te vaya mejor. Una vez que te lo creas, lo proyectes y te comportes como tal. Nadie te volverá a llamar corriente— Los ojos de Dania, se cristalizan y baja la cabeza — No, dice Natasha sosteniendo mi mentón y levantándome la cara . No te hace llorar quien quiere, sino quién puede y se lo merece — ¿A quien hay que castrar, por llamarla corriente? Pregunta Soraya — Al niño, responde mi jefa — Hijo de la difunta madre, ya sabía yo que ese había sacado los genes defectuosos de los Ferrara. Es que Santiago, se pasa de idiota — Esta noche, la Dania que llegara a “ La Dimora” , le demostrará a a Santiago Ferrara, que de corriente no tiene absolutamente nada, que es una mujer que merece respeto y que además no necesita que ni el ni nadie, tome decisiones por ella, porque le sobra inteligencia. ¿Estás lista?, pregunta Natasha — Sí, jefa.
—Entonces, manos a la obra.
—Soraya y mi jefa, me dieron un curso intensivos de postura y proyección.
—Hombros atrás, espalda derecha, pechos levantados, el mentón ligeramente alzado, pasos cortos y elegantes. Recuerda, Dania no vas tarde ni apurada, vas regia. Dice mi jefa.
Editado: 10.07.2022