El destino es tan perspicaz que no podemos denotar el contexto en el que nos desolvemos, considerando rectitud de nuestro actuar cuando somos tan ingenuos de creer conocer el mundo y nos aventuramos a recorrerlo pero he ahí el error cuando él es quien nos da una bofetada y nos envía a un agujero donde no somos capaz de levantarnos sin la ayuda necesaria ¿Somos tan buenos para reconocer nuestras fallas o solo exponemos excusas para liberarnos? La mediocridad viene dada por la falta de agallas encontradas en nuestro interior de donde surgen sentimientos de dominio, perdón, felicidad, egoísmo, el don de saber que estamos haciendo lo que consideramos justo y bueno para nuestro bienestar o de lo contrario tu satisfacción viene dado por los placeres que germinan en la interacción de un hombre y una mujer dando cabida a ciertos aspectos donde los seres humanos podrían dar un nuevo giro en torno a las delectaciones del Sexo.
Dios creó la simplicidad pero nosotros hemos dotados de convicciones nuestro andar, maquinando las forma en cómo generar procesos que fueron nulos en tiempos pasados, solo para bienestar propio.