Pasamos su cumpleaños distanciados ya que las vacaciones aún no habían acabado y ambos habíamos prometido que apenas acaban nos veríamos y celebraremos juntos.
Vi a Lucio durante un paseo por el centro de la ciudad durante mis vacaciones. Había pasado un año desde aquel rechazo doloroso y rotundo; luego vinieron los mensajes sin responder y el momento de proponerme olvidarlo. Mi corazón sanaba gracias a Facundo.
Lucio y sus mensajes eran ya cosa del pasado...
WhatsApp recibido: "Hola Barbará, soy Ramiro. Necesito hablar contigo sobre lo nuestro. Te extraño."
WhatsApp enviado: "¿Qué nuestro? Solo nos unía nuestra hija... pero ahora es solo tuya porque así lo quisiste. No vuelvas a escribir."
Trini conocía mi pasado, y había estado a mi lado durante mi relación con Ramiro, y como no podía ser de otra manera, estaba a mi lado cuando recibí el mensaje.
-Barbi. ¿Ahora qué harás? No deberías ocultarle la existencia de Aixa a Facundo, para evitar que los secretos perjudiquen su relación. –Me aconsejó.
-No sé qué haré Trini. Por el momento prefiero no decir nada. Tengo miedo; miedo de que me juzgue y que todo acabe por culpa de este idiota.
Ramiro y Lucio, cada cual a su tiempo me había hecho mucho daño pero ya eran parte del pasado.
Al caer la tarde me llamo Facundo para saber cómo estaba y para contarme que estaba con Tim fuera del país.
Tenía mucho que contarle, pero me asustaba la idea de contarle la existencia de una hija, fruto de mi triste pasado con Ramiro.