Terminaron las vacaciones y empezaron los finales.
Cuando regresé a mi departamento, en el ascensor recibí un mensaje de Facundo; me esperaba en su departamento en el tercer piso.
Al llegar tomo mi maleta y la guardó para luego taparme los ojos con una pañoleta gris, colocó mis manos en su cintura y entramos:
-Sorpresa... Feliz aniversario. -Me dijo al oído dejándome ver todo lo que había preparado.
Había cientos de rosas de diversos colores y en la cocina llegaba un muy rico aroma.
Entre risas y besos pasamos nuestra primera noche juntos dejando nuestra huella en el cuerpo del otro.
La facultad era un completo caos pero por suerte ambos pudimos pasar los finales para no tener que recursar. Nuestra relación crecía día a día; nos apoyábamos en todo, incluso a la hora de prepararnos académicamente.
-¿Quieres vivir conmigo? -Preguntó susurrando durante la clase.
-Tú sí que estas de la cabeza, pero es la mejor propuesta que he recibido en los últimos días.
-Shh... ¿Pueden dejar de hablar? No entiendo nada. -Dijo Trini.
-¡Cuánta concentración querida! -Dije mientras reía.
No estaba muy segura y me asustaba la propuesta de Facundo; y Trini no me ayudaba en lo más mínimo a pensar qué hacer, creía que era lo correcto pero sentía que era apresurado.
-¿Qué harás? –Preguntó mi amiga mientras íbamos a almorzar.
-No tengo la más mínima idea. -Dije sacando el celular del bolso.
WhatsApp enviado: "Prepara la cama, esta noche la paso contigo y así será por mucho tiempo más"
-Listo... Ya lo resolví.
-No me digas. Le dijiste que sí.
Trini sabía que nadaría con tiburones de ser necesario. La convivencia era lo más parecido a eso probaría unas cuantas noches y vería si era realmente lo que quería o esperaría un tiempo más.