Sentí algo frío en la cara, pensé que era Facundo y una de sus tantas bromas que, en mi primer mes de embarazo ya no estaba dispuesta a tolerar.
-Facu deja de molestar. -Dije con los ojos cerrados tapándome con la sábana.
-No soy yo, tienes nueva compañía. -Dijo riendo y quitándome la sabana de la cabeza.
Teníamos una mascota, una dulce perrita, con cierto grado de desobediencia pero adorable.
-Era de mi hermano, se llama Carmela. Tim no puede tenerla, así que vivirá con nosotros. -Dijo bajándola de la cama.
-¿Y crees que nosotros podremos cuidar a un perro, a un bebe y graduarnos?
-Pregunté mientras me sentaba en la cama.
-Conociéndonos... ya veremos. Buen día cielo.
-Buen día.
Me levanté y preparé el desayuno tranquila y milagrosamente para mi revolución hormonal. Fuimos en moto a la universidad; el semestre estaba acabando y yo debía rendir todo lo postergado mientras Facundo debía decidir si continuar la carrera o dedicarse tiempo completo a un trabajo.
WhatsApp recibido: "Hola Barbi. Soy Giovanna la novia de Ramiro; quisiera saber donde nos podemos encontrar para hablar de Aixa."
WhatsApp enviado: "Estoy en la universidad. Te enviaré la ubicación, pero por favor no traigas a Aixa." (Ubicación GPS)
WhatsApp recibido: "En una hora estaré allí. No te preocupes, no la llevaré."
Facundo andaba de un lado a otro con papeles para cursar libre la materia más complicada del siguiente semestre y la posibilidad de rendir libre sin afectar la currícula.
-Trini, me tienes que ayudar. Viene Giovanna, la novia de Ramiro. Necesito que distraigas a Facundo.
-Pero... ok yo me encargo. -Dijo dándose por vencida
Giovanna bajó de un auto de alta gama con un look casual.
-¿Qué necesitas? -Pregunte mientras caminábamos al bar de la universidad.
-Que dejes de molestar a Ramiro, eso quiero. -Dijo quitándose las gafas.
-Espera. ¿Que deje de molestar a Ramiro? Estas equivocada.
-No lo estoy. Sé que envías mensajes.
Al llegar al bar le mostré mi teléfono para demostrarle que su reclamo no tenía fundamento; y para distendernos pregunté por Aixa; quise saber cómo estaba y cuanto había crecido. Me dijo que la pequeña quedaba a su cuidado durante los extensos viajes de Ramiro, por lo que me tranquilizó pensar que mi hija estaba bien cuidada con ella.
El semestre acababa y yo empezaba a experimentar la ansiedad propia del embarazo, quería que el tiempo volara para conocer el fruto de nuestro amor nacido sin buscarlo.
-Amor. ¿Te molestaría que vaya de viaje sin ti? -Preguntó acariciándome el vientre.
-¿Por qué debería molestarme? -Dije preparando la cena.
Facundo decidió irse con Tim para celebrar su cumpleaños él y yo aprovecharía ese tiempo para ver a mi familia y darles la noticia del nuevo bebé.