Sara: Un Viaje a lo Desconocido

Parte 14: El inicio

Sara corre con gracia y destreza, aprovechando su cuerpo maduro y sus habilidades sobrehumanas. Su ser se ha transformado en una sinfonía de movimientos fluidos y perfectamente coordinados. Puede realizar hazañas asombrosas, como atravesar objetos sólidos con su forma etérea, flotar en el aire como una pluma y desvanecerse en la invisibilidad. Habilidades que desconciertan a aquellos que la persiguen, ya que pueden ajustar su vibración energética para detectarla. Cuando se vuelve invisible, se vuelve invisible para el mundo, pero no para ellos.

En un acto desesperado por escapar, Sara despliega su poder y abre un portal hacia el mundo subterráneo, se sumerge en las profundidades, en busca de su amiga Emma, en quien confía para recibir ayuda. Sin embargo, el destino le juega una mala pasada, ya que Emma no se encuentra allí. Aprovechando que su energía no puede ser rastreada mientras se encuentra allí, decide realizar un último salto temporal, regresando al inicio de la historia. Sara sabe que la única forma de solucionar esta situación es regresar al pasado sola y evitar que Martínez descubra el mundo subterráneo. 

Con los ojos cerrados, Sara se sumerge en una meditación profunda, buscando en el vasto tejido del espacio-tiempo un punto donde su existencia aún no se ha entrelazado con el mundo subterráneo. Su cuerpo brilla con una luminosidad etérea, su cabello danza en una sinfonía de destellos dorados y su ser se eleva en una danza de gracia cósmica.

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En ese preciso momento, un portal aparece en el mundo subterráneo frente a Sara, y de él emerge Ana junto a un ejército de hombres con túnicas." No permitan que escape al pasado", grita Ana con una furia insondable. El eco de su voz se pierde en las profundidades, mientras su presencia irradia un poder oscuro y misterioso.

Sara abre uno de sus ojos, deslumbrante como una estrella en el crepúsculo, y comprende la situación en la que se encuentra. Se encuentra rodeada por la opresiva presencia de Ana y sus leales seguidores. Sin embargo, su determinación no flaquea, pues sabe que el proceso que ha iniciado no puede ser detenido. De repente, sin previo aviso, pierde el conocimiento y cae al suelo. Su cuerpo queda vacío, sin conciencia.

Ana, consumida por la ira y la frustración, exclama en voz alta: "Ella ha logrado completar el salto en el tiempo. Su conciencia ha sido transportada a otro rincón del vasto tapiz del espacio-tiempo". 

45 años en el pasado, Sara abre los ojos y se da cuenta de que es una niña otra vez, pero algo no anda bien. A pesar de tener un cuerpo pequeño, todavía siente la energía de todo el mundo. En ese momento, el padre de Sara abre la puerta de su habitación. "Sara querida, vamos, es hora de ir a recoger cosas al campo", dice.

Sara recuerda el peligro que le aguarda en esa aventura, el encuentro con el mundo subterráneo que inevitablemente ocurriría. Con una determinación impregnada de sabiduría más allá de su corta edad, responde con dulzura: "Papá, hoy no quiero ir. ¿Podemos hacerlo otro día?". El padre, sorprendido por el cambio de actitud de su hija, accede sin cuestionarla: "Claro, cariño, otro día será". 

Sara se da cuenta de que su poder trasciende los límites del espacio físico. No necesita abrir portales para llegar a un lugar específico, puede simplemente teletransportarse allí. Concentrándose en la energía del Dr. Martínez, a quien percibe como una pieza clave en su búsqueda, se transporta instantáneamente a su ubicación.

Sara se esconde entre los arbustos y observa cómo el Dr. Martínez se prepara para una expedición de investigación en un bosque. Decide seguirlo en secreto.

Mientras tanto, el padre de Sara, preocupado por su ausencia, sube a su habitación con una bandeja de comida en la mano. Al darse cuenta de que su hija no está, la familia de Sara entra en un estado de inquietud y decide contactar a la familia de Ana en busca de respuestas. Al no obtener noticias de Sara, los padres, movidos por la angustia y el amor, toman la determinación de buscarla personalmente. 

Mientras tanto, Sara se encuentra oculta en un barco que se dirige a Europa. Gracias a sus poderes de invisibilidad, puede infiltrarse sin ser detectada por las personas comunes. El destino los guía en un juego de hilos invisibles mientras Sara continúa su sigiloso seguimiento al Dr. Martínez. El barco que la lleva a nuevas tierras finalmente llega a Italia, y el Dr. Martínez, lleno de emoción, desembarca y se dirige directamente al majestuoso vaticano para continuar con sus investigaciones.

Sara se da cuenta de que el Dr. Martínez debe haber llegado al mundo subterráneo por error, utilizando el túnel oculto en el Vaticano. Decide saltar hacia él, desactivando sus poderes de invisibilidad, y trata de detenerlo.

"¿Quién eres, niña? ¿Qué quieres?", pregunta el Dr. Martínez confundido.

Sara recuerda que está en un pasado donde aún no conoce al Dr. Martínez, así que decide actuar. "Hola, señor, estoy perdida. Soy de América, pero mis padres me han perdido en este lugar", responde Sara, intentando despistar al Dr. Martínez.

El Dr. Martínez le dice que hable con la policía local, ya que él tampoco es de Italia y tiene asuntos importantes que atender. Sara le pregunta qué es tan importante como para dejar a una niña indefensa. El Dr. Martínez siente vergüenza por las palabras de la niña y le responde: "Niña, no tengo tiempo. Debo ir al Vaticano. Hoy hay un permiso especial para los investigadores y nos permitirán entrar solo por hoy. Si quieres, puedo llevarte conmigo y, cuando termine mi investigación, te llevaré a la policía".




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