Sara y el talismán del amor.

3

Sara no dijo nada simplemente se quedó observando aquel bello dije, después Miró a Adonai, el puso su mirada fija En aquellos ojos cafés que tanto le imnotizaban, ninguno de los dos mencionó palabra alguna, el silencio pareció invadir el jardín y el tiempo pareció detenerse ante ellos, sólo la luna podría ser testigo y las estrellas los confidentes que ayudaría a la pareja a ser feliz, Sara tomó entre sus manos aquel dije con una delicadeza impresionante, Adonai esbozó una sonrisa tierna, amable y amorosa después se levantó.

- ¿te gusta?.- preguntó Adonaí con dulzura.

- es muy bonito, no tenías que molestarte con un regalo.- dijo Sara con un tono demasiado amable

el chico de los ojos claros le devolvió el gesto con un bonita sonrisa, tomo la mano de Sara entre sus manos y deposito un suave beso sobre ella, la música resonaba por todo el palacio, hasta llegar a los oídos de los dos chicos que se encontraban bajo la luz de luna, Adonai tomo a Sara entre sus brazos y comenzaron a moverse al compás de la música, nadie les observaba, al parecer el tiempo se haba detenido para ellos, al parecer el destino les había unido aquella noche, tal vez aquella bella historia era real, Sara comenzó a recordar aquella bonita leyenda que alguna vez su madre le contó cuando niña: ... y el tiempo se detuvo, el hilo rojo del destino unió a la princesa con su amado caballero de armadura blanca y corazón puro, y nadie los pudo separar, ellos fueron felices para toda la eternidad...

- ¿te sucede algo?..- pregunto Adonai al notar como Sara se había perdido en sus pensamientos

-. no te preocupes, no es nada, solo estaba pensando.- dijo ella con tierno gesto.

la gran luna llena estaba ya en su punto mas alto, tan brillante y hermosa como siempre, Sara levanto la vista y sonrió, le gustaba tanto observar a la luna y contarle sus secretos, Adonai, percatándose de ello, tomo con lentitud la mano de Sara entrelazándola con la suya.

Danila, observaba detenidamente aquella escena desde el cielo, sintiendo que el momento había llegado ya, como todos los demás se encontraban en el salón, sin espera Danila tomo la forma de un pequeño animalillo y se acercó hasta donde se encontraban Sara y Adonaí, se poso en la mano de la joven. Ella sabia lo que significaba el hecho de que Danila hubiese echo tal acción.

En el salón del gran palacio todos parecían ignorar la ausencia de su princesa, las campanas anunciaron ya el término de una hora y Sara en compañía de Adonaí se adentraron nuevamente en el castillo, las miradas de los presentes se posaron en los dos jóvenes que caminaban de una manera despreocupada.

En el centro del gran salón se hallaba una mes llena de obsequios, Sara los ignoro por completo y se dirigió a paso lento hacia sus padres, dejando atrás al joven de ojos claros, Danila, quien y había tomado su forma humana, se acerco lentamente al lado de Adonaí.

-¿que tienes Romeo?.- pregunto la joven poniendo una mano sobre el hombro de aquel chico que con mirada melancólica veía a Sara alejarse lentamente de su lado.

- esto no resultará.

-¿el que?.- pregunto con tono inocente Danila

- lo que quiero decir es que, no creo que Sara de verdad se interese en alguien como yo, yo soy un chico de ahí.- dijo señalando el pueblo.- y ella es de aquí.- con un gesto señalo el castillo.

- valla, que tenemos aquí, un pesimista, que acaso no sabes que en el amor y en la guerra todo se vale.

-en realidad no, y por que me lo dices.- preguntó Adonaí, en realidad el no tenia la menor idea de lo que le quería dar a entender Danila.

- por que yo te puedo asegurar que estarás con ella, lo he visto, he escuchado a los árboles decírmelo y al viento susurrando la bella historia de amor.

- que cosas dices.- Adonai se sorprendió al escuchar a Danila.

- parece que no lo entiendes "Romeo".

Ella tenia toda la razón, todo el pueblo conocía los poderes de Danila, todos menos uno, el joven de los ojos claros no tenia ni la más mínima idea de lo que en verdad estaba observando, Adonai había escuchado hablar a la gente de una bella mujer que tomaba la forma de una paloma blanca, pero jamás se dedicó a indagar de quien se trataba, ni por curiosidad, pues el solo estaba interesado en una mujer, Sara, era su delirio día y noche a todas hora y a cada momento.

Adonaí no hizo un comentario más, pues intentaba analizar las palabras que habían surgido de los labios de Danila, en un silencio incómodo los padres de Sara interrumpieron aquel ambiente tenso.

- sean ustedes Bienvenidos, estén orgullosos de su nueva princesa, sean benditos el cielo que la vio nacer, los árboles que la vieron correr y todo cuanto le vio reír y llorar.- el padre se la joven estaba feliz de poder, por fin, presentar a su pequeña hija. - ante todos ustedes habitantes de Carelle les presento a : LADY SARA CAROLINA LEXIUX CHARLOTTE D' LA ROSE, princesa de Carelle.

Al acabar de pronunciar el nombre de la joven, Adoani quedó estupefacto ante aquella declaración.

- Danila.- dijo Adonaí un poco nervioso.

- que tienes "Romeo".

- en primera me llamo Adonaí y en segunda...

- eso lo sé, pero eres el ROMEO y Sara es JULIETA.- Danila interrumpió al joven de ojos claros.



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En el texto hay: amor y magia, amor eterno

Editado: 27.05.2018

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