Sara y el talismán del amor.

FINAL

El viento gélido parecía saber de todo lo que ocurriría en la orilla del mar.

Alice fue quien dio el primer paso apartando a Adonai del camino con brusquedad, tomo a Sara del brazo con fuerza y con la otra mano sostuvo el rostro temeroso de la joven princesa.

—¿tienes miedo?— pregunto Alice.

Antes que Sara pudiese responder Danila aparto a la chica provocando que esta cayera y se golpeara la espalda baja con una roca.

—Sara no tiene miedo, la pregunta es ¿tu tienes miedo Alice?— dijo Danila muy segura.

Alice chasqueo los labios como signo de furia, se levanto y su mirada cambio a una totalmente  dispuesta a acabar con quien se interpusiera en su camino.

todo Carelle se hallaba sumido en un gran silencio, uno que anunciaba muerte y destrucción pero también paz y tranquilidad, a la par del cielo y el mar que con sus sonidos eran totalmente distintos pero iguales ante los ojos de un niño, para Sara y Adonai, Danila y Alice eran como fuego y agua, no podían estar juntas, ni en el pasado, ni en el presente ni en el futuro. 

una vez que Alice estuvo en pie, ataco a Danila quien con habilidad evadió el ataque, la joven tenia pensado terminar con ella en el primer momento oportuno que se le presentara sin embargo quería dejar algunas cosas en claro; Alice también pensaba en terminar el trabajo lo mas rápido posible, pero quería mas que solo causarle dolor a Sara, anhelaba desde lo mas profundo de su oscuro ser destruir a Danila.

Alice tenia en la mira el punto débil  de la joven y se dispuso a provocar en ella una herida mortal, que seguramente ni el mas fuerte podría librarse, directo al corazón, a ese órgano que albergaba dentro un sin fin de sentimientos nobles y unos no mucho, aquella caja de secretos e ilusiones.

Por su parte Danila también había estudiado con mucho cuidado la situación, tenia la mirada fija en los movimientos de su enemiga, sin apartar de ella la expresión calmada y confiada.

en un momento imprevisto, todo parecía en calma, sin miedos ni temores, sin preocupaciones, sin guerra ni armas, sin recuerdos ni rencores, sin deseos de matarse una a la otra ni de ver morir al enemigo, en aquel instante sus miradas chocaron como dos rayos viajando a la velocidad de la luz.

— aquí nos despedimos.— dijo Danila.

las tres personas ahí presentes no pudieron deducir a quien iba dirigido el mensaje, tenia, al menos para ellos, dos destinatarios,  uno de ellos era aquella mujer que tenia enfrente y que odiaba con toda su alma y el otro destinatario era la joven princesa a la cual quería con todo su corazón.

En realidad el mensaje iba con direccion a Sara y Adonai, Danila se estaba despidiendo de ellos, así queria dejar las cosas, inconclusas, sin final, como su vida, no estaba segura de que sus esfuerzos le cobrarían una factura muy elevada o tal vez pasaria de largo por la caseta de cobro, pero se arriesgaria y probaría suerte.

El tiempo comenzó a correr de nuevo, Alice ataco otra vez, Danila se acercó a ella y en ese instante un inmenso dolor recorrio su espina dorsal, sin previo aviso Alice atravesó su corazón destrozando cada parte de ella, aun con las ultimas fuerzas que le quedaban a Danila tomo una daga y perforo el abdomen de su enemiga y despues de ver como se retorcia de dolor clavo en su corazón la daga hechizada, sonrio satisfecha, Alice se desvanecio en el aire.

— que la felicidad reine por la eternidad en sus vidas, siempre recuerden que los quiero.— dijo Danila para despues desaparecer.

Los ojos de Sara se inundaron y las lagrimas comenzaron a fluir como la lluvia cae de las nubes, sentía tristeza e impotencia, no pudo ni siquiera despedirse adecuadamente de Danila, se aferro al pecho de Adonai quien también derramaba lagrimas en silencio; tomo a Sara en brazos y la llevo a su hogar, entraron sin que nadie los viera y se dirigieron a la habitación de la princesa donde hablaron por mucho tiempo.

— Danila era como la hermana que nunca tuve.— dijo Sara — la extrañaré mucho, recuerdo cuando mi corazón se rompio por primera vez, ella estuvo conmigo hasta que mis lagrimas cesaron, me ayudó a superar lo que sentí.

— creo que también la extrañaré.— Adonai suspiró y abrazo a Sara.— la conocí muy poco pero le tome cariño.

Los dos se miraron y se perdieron en sus miradas, sus respiraciones se juntaron para dar paso a un calido beso lleno de amor.

La tarde calló lenta y torturosamente, como sí también el cielo llorara la ausencia de Danila.

El sueño venció a los dos amantes y ahí, rodeados de la luz de la luna, durmieron abrazados, escuchando los latidos del corazón contrario.

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La noticia del compromiso de la princesa se extendio por todo el reino, todos estaban ansiosos, muy pronto su amada Sara se convertirá en la Reina de Carelle.

Entre preparativos y cortas discusiones sobre la decoración del gran salon, el vestido de Sara, el banquete de bodas, entre otras cosas, los días se pasaron como un rayo en el cielo.

El mes de Diciembre asomaba sus luces y la nieve que nunca había caido, ahora cubría aquel espacio en donde se llevaria a cabo la ceremonia que uniria a dos almas.

Adonai esperaba ansioso la llegada de su futura esposa, sentía en su corazón una gran alegría, y ahí la vio, al fondo del pasillo, tan hermosa como siempre, tan reluciente como en  el primer minuto que la vio, el color blanco.encajaba a la perfeccion con la piel, ahora, no sólo era una princesa, ahora era una hermosa novia, sus miradas se cruzaron y sus labios formaron un hermoso arco.



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En el texto hay: amor y magia, amor eterno

Editado: 27.05.2018

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