Sarah Y Su Amor De Invierno

Capítulo 12.fiesta y exnovios

Fiesta y exnovios


— Pensé que estaba bromeando cuando dijo que iba a hacer una fiesta el 3 de enero. — Carlos el novio de Anne habló mientras nosotros veíamos todo preparado para la fiesta, las fiestas de aquí siempre eran geniales porque no es que fueran fiestas en las que casi tiran la casa por la ventana pero aun así se ponían muy animadas.

— Yo también lo pensé, tuvo la idea un día que estábamos comiendo y desde entonces no olvido eso. — Dije rascándome la cabeza.

Justo estábamos entrando a la casa de mis amigos, Anne y Carlos me habían hecho el favor de pasar a traerme.

— Por fin llegas. — Mateo me vio con una gran sonrisa y me saludo con un abrazo. Cuando se separó Anne lo estaba viendo con mala cara.

— Ehhh tú, maleducado esas cosas las dices en privado, me haces sentir un cero a la izquierda. — Ella negó.

— Hola su Majestad, es un gran honor poder recibirla en esta tan humilde morada, mi corazón se llena de alegría y regocijo de tenerla aquí. — Mateo inclusive si inclinó y Carlos le dio un golpe en la cabeza.

— Eres un exagerado cuando poco cuando mucho, no le subas tanto los humos por favor. — Carlos negó mucho y yo me reí mientras Anne lo miraba con las manos en jarras y los ojos entre cerrados.

— ¿Quieres tener problemas conmigo?

— Claro que no cielo, mejor vamos a ver quien más ha llegado. — Y en pocos segundos ellos habían pasado hacia el pasillo que dirigía hacia la Sala directamente.

— Pensé que vendrías más temprano, me hubieras dejado irte a traer. — Mateo fingió una mueca de tristeza.

— Ya te dije que ya había quedado con Anne, deja de ser tan dramático. — Lo tome de la muñeca y lo arrastre por donde Carlos y Anne acababan de irse.

No quería quedarme a solas con él, las cosas estaban raras.

Y no quería un momento incómodo en definitiva.

Ayer volvimos de la casa del abuelo y a pesar de que me siento mal al recordar lo que está pasando con mi familia por lo menos he entendido que no es mi culpa y que estoy haciendo lo correcto por velar por mi bien. Además el abuelo me dio mucho consuelo unas horas antes de volver y pude llorar a gusto con él.

En otros temas el cerebro de mafer estaba presentando bastante actividad y según lo que decían los doctores a pesar de que era algo que pocas veces pasaba era muy probable que según su caso ella pudiese despertar pronto.

Salude a algunos chicos que conocía de mi Universidad, realmente que este grupo de Levi conocía a muchas personas y yo estaba sorprendida, quizá reconocía un par de caras de algunas universidades pero es que en cuanto a Levi, Mateo y Nadia se sabían el nombre de cualquier persona que viesen, mientras Carlos, Miguel y yo siempre estábamos perdidos. Como siempre Iván faltaba a la fiesta teniendo en cuenta que era viernes y decía que sábado tenía trabajo.

Qué vida tan cansada.

— A que no sabes. — Nadia me tomó por el brazo y yo solté a Mateo quien se puso a hablar con otros chicos que estaban ahí. — Que por aquí anda un tipo muy guapo, no tengo idea de quien sea.

Me jalo hasta que llegamos a la Sala de juegos y me señalo a un chico entre un grupito.

Sin embargo tal fue mi sorpresa al ver al chico que mencionaba que di un paso para atrás.

Ella me vio con una sonrisa. — ¿Y qué opinas de él?

— Uhhh. — Sinceramente estaba en blanco, sin palabras. — Que es mi exnovio. — Voltee a verla mientras me recostaba en el marco de la puerta para verla y ella me vio con la boca abierta.

— ¿En serio? — Lo volteo a ver rápidamente e hizo una mueca de pánico al voltear a verme a mí. — ¿Cómo terminaron las cosas entre ustedes?

— Supongo que bien, no nos volvimos a hablar porque él se cambió de Universidad y no es que viviese cerca de ahí para cruzármelo de casualidad. — Me encogí de hombros como si no me importara.

— Bien por que eh. — Ella volteo a verlo de nuevo. — Es que yo creo que ya te ha visto.

Yo sinceramente no quería voltear a verlo.

Melvin había sido mi novio hace alrededor de un año, nos hicimos novios a los 17 y terminamos cuando yo tenía como dos meses de haber cumplido los 18.

— Pues que me vea todo lo que quiera, realmente ya no es importante para mí.

— Bueno, teniendo en cuenta que viene para acá. — Ella alzó las cejas. — ¿Tengo tu permiso para coquetearle?

— Claro, es un buen chico.

Además a nosotras ya nos gusta alguien más.

— Raquel Palencia. — Él sonrió metiendo sus manos en sus bolsillos.

— Melvin. — Le di una pequeña sonrisa a boca cerrada.

Era un chico muy dulce para ser honesta, sin embargo no fue el novio que más sentimientos me causó, los recuerdos de esa relación fueron... Bonitos. Eso es de la única forma que puedo recordarlos, no es que fuera un romance apasionado, ni que hiciese que me dieran tés infartos al verlo, era más como un Nahh me gustas te gusto pues nos besamos y listo. Bai.

— Que gusto verte de nuevo, se me hacía raro no haberte vuelto a ver.



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En el texto hay: humor, problemas, romance

Editado: 13.02.2022

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