Sárkány, Hijos de la Estrella de la Mañana

Capítulo 8: Pecado Rojo

Palacio Nacional, Ciudad de Mexico.

El Presidente de la República Mexicana estaba dando una conferencia a nivel nacional sobre los hechos ocurridos en los últimos días, la cual era vista por millones de mexicanos alrededor del país. 

-A todos nuestros hermanos mexicanos, a todos los hombres y mujeres de esta gran nación que han soportado penurias por 4 años a manos de grupos criminales que solamente han alimentado la división y la violencia en nuestro país: debo informarles que, después de varios intentos fallidos de tratar de resolver el asunto de las “hermandades” por la vía diplomática en el noreste de nuestro país, nos vemos en la necesidad de comunicarles que se ha decretado que se haga valer el estado de derecho en la región. El ejército mexicano, la marina armada de México y la Guardia Nacional actuarán con firmeza en los estados de Tamaulipas, Nuevo León y Coahuila para dejar caer todo el peso de la ley sobre las organizaciones criminales denominadas “La Luna de Mayo” y “La Serpiente Blanca” que tanto daño han hecho a nuestro país.

La comunidad internacional nos apoya, puesto que estos grupos han mostrado que quieren dominar y controlar todo a su paso a base de violencia, terror y engaños. Además que el daño y la aflicción que han causado al país, sus habitantes y sus instituciones, es inconcebible y no lo toleraremos más. A todos los ciudadanos de los estados de Nuevo León, Coahuila y Tamaulipas les he de mencionar que no hay que temer más, puesto que el Gobierno Federal siempre ha velado por su bienestar; quisimos actuar de la manera más diplomática con estos grupos debido a que también eran ciudadanos y como todo ciudadano tenían sus derechos, sin embargo nadie puede estar encima de la ley.

El Gobierno Federal actuará con firmeza y se encargará de desmembrar a dichos grupos terroristas y a sus aliados. Caerá todo el peso de la ley sobre sus líderes; los encontraremos, los capturaremos y los entregaremos a las autoridades para que reciban su ejemplar castigo.

Quiero dejar en claro que esto no significa que el país esté en un conflicto armado: como lo repito, sólo estamos haciendo valer el Estado de Derecho. Somos más los mexicanos que estamos en contra de estos grupos y, a pesar que posiblemente ellos hayan envenenado la mente de varios compatriotas, no tomaremos represalias contra los civiles; al contrario, les haremos ver la clase de gente que los ha estado engañando y los liberaremos de la época de terror en la cual los han tenido subyugados. No escuchen a sus palabras y no hagan caso a sus mentiras, puesto que lo hacen para que se levanten contra sus propios hermanos mexicanos. 

Les puedo decir que, a pesar del panorama desolador que se pueda aparentar, prometo que esto terminará pronto.

La conferencia del presidente estaba siendo vista en la televisión de una habitación con poca iluminación por dos personas: una era una chica joven de despreocupada pero brillante sonrisa que estaba sentada en un sillón, con ambos pies puestos sobre una pequeña mesa que tenía frente a ella; a su lado y de pie la acompañaba un hombre alto, maduro y de vestimentas militares que marcaban su pronunciada musculatura.

-¿Tu qué crees que vaya a pasar con las fuerzas federales cuando se topen con la Serpiente Blanca y con la Luna de Mayo, Zamorano? –Pregunta la chica con un marcado acento español a su acompañante, mientras jugaba con las puntas negras de su largo cabello castaño-.

-Tratándose de Conti no dudo que tenga un as bajo la manga contra ellos o contra el propio director de la CIA. Si pudiste notar, el presidente jamás mencionó que el Secretario de Defensa esté inmiscuido con la Serpiente Blanca. Creo que Kaiser se está arriesgando de una manera bastante innecesaria al querer enfrentarse a Veyper y al Gobierno Federal.

-Pero hazle entender; siempre cree que tiene algo que probar, por eso trata de morder más de lo que puede masticar. Cambiando de tema: ¿ya viene para acá la “Santísima Trinidad”?

-¿Por qué ese pinche nombre, Amaya? –Se burla el mexicano de barba encanecida-.

-Me pareció divertido llamarles así. Pero ya, dime, ¿vienen para acá?

-Sí. Si no hay inconvenientes, y si no nos topamos con gente indeseable, yo creo que deberían de estar aquí al amanecer.

-¡Vale! ¡Tengo tantas ganas de conocerlos! -La emoción de la chica irradiaba en sus brillantes ojos verdes-. Quiero ver si son reales esos rumores.

-Si llegan a ser ciertos, te advierto que puede haber problemas como los de hace algunos años.

-La curiosidad puede más conmigo, Zamorano.

-Nomás no digas que no te lo advertí.

-Sé lo mucho que te gusta decirme “te lo dije”.

-No tanto como crees.

Área Metropolitana de Monterrey, Nuevo León.

La mayoría de la gente de Coahuila, Tamaulipas y Nuevo León estaba completamente desencantada tanto con el gobierno y sus instituciones. No era mentira que la mayoría del país estaba en contra del gobierno actual, pero esa animadversión estaba más exacerbada en el noreste. Las redes sociales y páginas de internet comenzaron a filtrar información, en su mayoría falsa, sobre ataques del gobierno a distintas regiones de la zona. La gente le hacía más caso a los blogs o podcasts que a los medios de comunicación oficiales, y cuando los primeros hablaban sobre inminentes ataques a la población civil de parte del gobierno, fuera cierto o no, el odio y el miedo de la gente crecía más.

Una noticia comenzó a viralizarse por las redes sociales: esta rezaba que el Gobierno Federal se ha aliado con los estadounidenses para invadir el noreste y someterlo; también se filtraba información sobre ataques a civiles por considerarlos subversivos, e incluso se esparcieron rumores sobre futuras redadas a áreas protegidas por la Organización de las Naciones Unidas, como San Pedro Garza García. 

Una periodista independiente bastante popular subió un video mostrando pruebas que decían que los americanos y el gobierno mexicano planeaban bombardear el área metropolitana de Monterrey sin importarles los inocentes del lugar; también mostró “información confidencial” que mencionaba que la Serpiente Blanca no era la causante de los ataques, sino que eran federales infiltrados que querían inculparlos, colocando a la organización de Veyper como un grupo que lucha contra la tiranía del gobierno mexicano y el intervencionismo estadounidense. También inculpó a la Luna de Mayo, filtrando fotografías de la reunión que tuvo Hutzinger con Kaiser en San Nicolás de los Garza, ligándolos como colaboradores de la inteligencia americana, acusándolos de aceptar un trato del gobierno americano y mexicano, e incluso involucrándolos en la masacre de Santiago. Llegó al punto de decir que la mención de la Luna de Mayo en el discurso del presidente fue solo un distractor para no levantar sospechas. Algunas personas no le creyeron, pero otras sí, comenzando a surgir rumores por redes sociales.




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