Bustamante, Nuevo León, Estado de la Sierra Madre
La Luna de Mayo tenía una base secreta dentro de las grutas ubicadas en la Sierra de Gomas en el municipio ubicado al norte del estado, la cual servía para hacer operaciones en un lugar más cercano a la frontera.
Varios agentes de la Luna de Mayo, acompañados de personal de la CIA y Marines estadounidenses trabajaban dentro del centro de mando, siendo estos orquestados por Isaak Hutzinger, Kaiser y Volt, quienes estaban revisando una mesa estratégica.
-Caballeros –Hutzinger comienza-, el tablero está listo y las piezas están colocadas. Sólo hace falta esperar el movimiento de “La Reina”. Oficialmente la “Operación Escorpio” acaba de comenzar. ¿Puede decirme el estatus del grupo que monitorea, Kaiser?
-El grupo comandado por Pridain tiene un perímetro en Texas; son grupos pequeños, pero la meta es hacer el menor ruido posible como nos sugirió. Aunque no sé qué diferencia habría, si de todos modos se armará un escándalo una vez que Veyper ataque.
-Porque si la población se pone tensa antes de empezar las operaciones, Conti cambiará su estrategia o arruinará la operación. Queremos hacerle pensar que tiene el camino libre, usted la debe conocer mejor que nadie.
-Bueno, acepto que tiene un punto. Prosigo: Romeo está asignado en Odessa; se encuentra bajo el mando de Barragán, sólo espero que no haga ninguna estupidez.
-De todos modos asignaste el grupo de Barragán a la periferia de la posición de Pridain.
-Así es –Kaiser responde a Volt, quien deniega con la cabeza-.
-Ya te pareces a su papá.
-Que diga que lo asigné a una misión; de no ser porque hasta el propio Eis abogó por él, lo hubiese dejado en Monterrey fregando pisos.
-Bueno, calma caballeros. Luego hablamos de los castigos que tenemos planeados para los efectivos desobedientes. Prosiga por favor.
-Amaya comanda al grupo asignado en Nuevo México, aunque usted me comentó que habló con ella a solas en San Nicolás sobre asuntos estratégicos, ¿no?
-Efectivamente: Amaya se encargará de comandar tanto a los grupos asignados en Nuevo México y a un grupo de marines apostados en Arizona.
-¿Por qué le daría una responsabilidad tan grande?
-¿No confía en ella, Kaiser?
-Claro que sí, pero se me hace raro en usted.
-Tal vez soy alguien supersticioso que cree en que los hijos heredan las habilidades de sus padres; por como escuché que manejó la situación en su propia base, eso me dice que tiene esa habilidad innata de su padre de gran estratega. Aun así, estará siendo asistida por comandantes bastante capaces en dado caso de cualquier inconveniente. Lo que me interesa es saber la posición de la jovencita de la Trinidad.
-¿Miroslava? Sí, está asignada cerca de El Paso; precisamente en Las Cruces, pero me preocupa que técnicamente esté sola.
-No lo está, también están apoyándola comandantes bastante capaces. La zona “El Paso-Las Cruces” en la frontera entre Texas y Nuevo México es una región estratégica bastante importante, debido a que está justo en la intersección que da a la Carretera 54 y la CanAm Highway; una zona bastante importante, debido a que está justo en la frontera con Ciudad Juárez donde se encuentra uno de los bastiones más importantes de Veyper al norte.
-¿Igual no sería demasiado obvio? –Pregunta Volt-.
-Mi inteligencia pudo averiguar que, si bien el ataque a El Paso es inminente, los estrategas de Veyper le mencionaron que pensamos convertir la ciudad en una fortaleza.
-Entonces supongo que su plan es darle la vuelta a la ciudad de El Paso para incomunicarla desde Ciudad Juárez.
-Precisamente en dos puntas, Volt –Hutzinger pide a uno de sus asistentes que arrastre unas figuras estratégicas hacia la frontera de Ciudad Juárez y El Paso en el mapa-: darán la vuelta desde el poniente en Anapra, y desde el oriente entrando por Socorro. Al momento de hacer el movimiento de “hoz”, tomarían las dos carreteras, cerrarían el círculo y aislarían El Paso para tomarla de la manera más silenciosa posible. Si su estrategia da resultado, no nos dará tiempo de reaccionar.
-Entonces ya entendí su estrategia. Muy bien pensado –dice Kaiser-.
-En papel es una cosa, mas hay que saber cómo ejecutarla; pero confío en ustedes.
-Me encargaré de que la defensa se cumpla al pie de la letra. Solo apóyenos a nosotros también.
-Cuente con ello. ¿Volt?
-Zholtye será el encargado de la estrategia en Arkansas, Louisiana y Mississippi; además de eso, tiene un centro de comunicación y enlace en Beaumont, Texas.
-Lo felicito. Es lo más sensato para tener una buffer zone en Houston. ¿Quién será la encargada en Beaumont?
-Kats; planeaba ponerla como la comandante en Louisiana, pero me insistió en que asignaran a alguien más; parece que no terminan de agradarle los americanos.
-Es comprensible: cualquier dejo de hostilidad podría comprometer la misión, pero tenga en cuenta que no siempre aceptaremos caprichos.
-Yo sé, pero por el momento será lo mejor; sirve que tenemos comandantes más capaces en las desembocaduras de los ríos al Golfo de México.
-Me gusta cómo se ve todo. Técnicamente tenemos un escudo en todo el sur de de América, un escudo invisible –dice Hutzinger mientras caminaba y con su mano repasaba el mapa-; dotados, soldados de élite y grandes mentes estrategas son capaces de crear una defensa que ni 100 ejércitos podrían penetrar.
-Me está empezando a dar miedo –Volt susurra a Kaiser, al ver que Hutzinger parecía que estaba en un trance mientras monologaba-.
-Sin embargo –prosigue Hutzinger-, nos queda el norte.
-Así es, estamos “tronando cuetes antes de Año Nuevo” –Volt menciona de brazos cruzados y cara de escepticismo-. ¿Qué no se supone que invadirían también Washington y la casa de Gabriel?