• 08 - Sentir, es vivir •

¿Qué es la vida, si no se tiene sentimientos para vivir?

Desconocido

16 de marzo 2014

Milwaukee, Wisconsin, EE. UU.

El gran día había llegado. Por segunda vez consecutiva, Lorena debutaría como una de las exponentes invitadas al Marketing and Advertising Congress.

Se encontraba nerviosa y emocionada en partes iguales; realmente se sentía orgullosa de sí misma, las recompensas de cada uno de sus esfuerzos, una vez más, se dejaban apreciar.

Sus padres estarían orgullosos de ella.   

Emergió del cuarto de baño, envuelta en una fina bata blanca, secando su rojizo cabello con una toalla.

Visualizó el atuendo que reposaba en su cama, tan elegante y juvenil a la vez, aquel traje sastre de tono gris aperlado, parecía brillar tanto, como si manifestara una grata profecía para el momento de la presentación. Se colocó su lencería, la blusa blanca que yacía a un lado del traje y seguido se enfundó en aquella tela grisácea, para, por último, calzar sus deportivas blancas de piel, Massimo Dutti.  

Se maquilló como era su gusto, de forma muy natural, solo un poco de brillo labial, mascara de pestañas y gel para peinar sus cejas. Se colocó algunos anillos y dejó su cabello caer en ondas discretas. Roció un poco de perfume detrás de sus orejas y en sus muñecas, y estuvo completamente lista.

— Me encanta cuando vistes con trajes sastre, son el estilo que más me gusta, te hace ver bellísima — alabó Hanna a su amiga, cuando salió del cuarto de baño y la encontró frente al espejo admirando la ropa que portaba.  

— Gracias — respondió Lorena, sonriéndole a través del espejo.

— Richard ha llegado, acaba de notificarme que ya está esperándonos, para cuando decidamos partir — informó la castaña, tomando todo lo que llevarían consigo para el día.

— No lo hagamos esperar tanto, ya estoy lista.

— Bien — Hanna se detuvo un momento, escrutando seriamente con la mirada, a Lorena —. No creas que no lo noto, te ves emocionada y nerviosa por el evento, pero también puedo notar que tienes ese cansancio de los últimos días, cuando regresemos a…

— Lo sé, cuando regresemos a Nueva York, iré a ver a mi doctora de inmediato para que me diga que todo está bien — concedió la pelirroja, completando lo que Hanna estaba por decirle.

— De acuerdo, confío plenamente en que así será — asintió la castaña —. Andando Lore, es momento de irnos, eres la primera conferencia del día y después debemos tomar el vuelo de regreso para esa junta con Louis Vuitton.

— Dios, aún no puedo creer que logramos firmar con Louis Vuitton, tanto tiempo que se negaron por motivos de ‘confianza’ — hablaba Lorena mientras se dirigía a la salida de la suite y posteriormente salía de esta, seguida por Hanna.

— Pero al final se logró, era más que obvio que no podrían resistirse a tu propuesta, es más, segura estoy de que se arrepienten de haber rechazado las propuestas anteriores.

Ingresaron al elevador con el tema de por medio y una vez en la planta baja, salieron del edificio, encontrándose al chofer que esperaba por ellas, con la puerta abierta para su ascenso al vehículo y con saludos cordiales.

— Te recuerdo que, luego de la conferencia, tenemos una pequeña sección de preguntas y respuestas para los asistentes con pase VIP — dijo Hanna, mientras Lorena concentraba su mirada en el camino.

— No se me olvida — habló con calma la pelirroja —. Ah, mientras estoy en conferencia, Richard vendrá por nuestras maletas; Frida las tendrá ya listas.

Ambas se sonrieron y el resto del corto viaje transcurrió en un cómodo silencio.

∞

Después de tan solo cinco minutos de recorrido, ya se encontraban descendiendo del vehículo, ingresaban al centro de convenciones donde había tenido lugar la celebración de inauguración, la noche anterior, solo que esta vez, se encontraba por completo modificado.

Al fondo del espacio y de forma centrada, se hallaba una enorme tarima iluminada con diversos reflectores en la parte superior, colocados de forma estratégica; una pantalla corpulenta en la que se rotulaba, de forma animada, Marketing and Advertising Congress 2014.

Al frente de tal escenario, largas mesas se encontraban colocadas, formando un auditorio el cual se dividía por una parte primaria, exclusiva para empresarios y público VIP; y una parte secundaria para público en general que contemplaba, en su mayoría, a universitarios con hambre de conocimiento sobre la industria.

Lorena fue guiada por Hanna y dos personas del staff del evento para ser preparada, le era colocado un micrófono, lo más invisible posible; se le pronunciaban diversas cuestiones sobre el escenario, la forma de entrada y salida, así como los tiempos de presentación y señales que debían ser de su entero conocimiento.

— Su entrada es en diez minutos exactos, esperamos la presentación por parte de nuestro conductor y luego hacemos la entrada al escenario ¿Alguna pregunta de todo lo mencionado? — finaliza el hombre después de concluir con los detalles para la presentación de Lorena.