La grandeza de una persona se puede manifestar en los grandes momentos, pero se forma en los instantes cotidianos.
Phillips Brooks.
05 de septiembre 2015
Nueva York, EE. UU.
The New York Times
“Lorena Williams y Luca Cornell, la pareja por la que miles de neoyorquinos suspiran y aspiran a encontrar un amor tan fastuoso como el que la pareja vive.
Y es que sus seguidores son incapaces de olvidar la espléndida propuesta que el médico le creó a la bella empresaria, en el conocido Central Park, propuesta que cumple un mes y días de haberse realizado y que tal parece, tardará en ser olvidada.
Hombres y mujeres, desde ese día han hecho diferentes propuestas de noviazgo y matrimonio, asegurando que el realizarlas ahí, augura un amor para toda la vida.”
*foto adjunta de la pareja en Central Park - 02 de agosto -*
Revista VOGUE
“Belleza, moda, mentes brillantes y amor, son algunas de las palabras que describirían a las dos grandes personalidades que adornan la portada de la nueva edición de nuestra revista Vogue.
A un mes del anuncio de su relación, Lorena Williams y Luca Cornell, son la pareja favorita de muchos en Nueva York y alrededor del mundo, y no solo por el hecho de que ambos son mentes brillantes del mundo del marketing y la salud, respectivamente, sino porque sus seguidores dicen no haber visto nunca una pareja tan linda como ellos, que reflejan todo el amor en sus miradas.”
*foto adjunta portada Vogue edición septiembre 2015*
Revista The New Yorker
“¿Quién no quisiera un amor como el que Luca Cornell le tiene a Lorena Williams?
Y es que, a un mes de la grandiosa propuesta de noviazgo por parte del exitoso médico a la guapa empresaria, los neoyorquinos no dejan de suspirar y elevar sus esperanzas a encontrar algo así de real, sobre todo las jóvenes seguidoras de Lorena.
— ¿Qué es lo que para ustedes hace especial su relación?
— Lo que la hace especial…”
— … es que nosotros no diríamos que estamos enamorados, nosotros decidimos amarnos, lo nuestro no es ciego, es real y siendo completamente conscientes, sin miedos ni dudas, porque nos hemos aceptado con todo, tanto con nuestras virtudes como con nuestros defectos — Jonathan terminó de leer esa pequeña parte del artículo mencionado por la revista.
El médico se encontraba rodeado de las enfermeras del piso donde laboraba, cada una de las mujeres suspiraba mientras escuchaban los artículos que eran leídos por él.
Los demás que ahí trabajaban y solo pasaban, los miraban con diversión, pues conocían como era Jonathan y el que las mujeres de ahí le alimentaran su versión de fanboy, era lo que más gracia les causaba.
— El doctor Luca es tan romántico — dijo una de las enfermeras mientras suspiraba y recargaba su barbilla en su mano, con el codo apoyado en la barra de la isla de enfermería.
— Siga leyendo doctor, queremos saber que más dice — comentó otra de las enfermeras, emocionada.
— Bien, dice…— iba a continuar leyendo, pero una voz lo interrumpió.
— ¿Qué pasa aquí? — era la voz de Nicholas.
Todas voltearon a verlo algo apenadas de que su otro jefe las encontrara en pleno chisme, sin embargo, el que su fiel subjefe y compañero de chismes, Jonathan, las resguardara, las tranquilizó un poco.
Jonathan antes de girar, sintió como una sonrisa enorme se formaba en su rostro. Estaba seguro de que Nicholas no se había enterado aún de nada, porque:
Así que, en estos momentos, Nicholas esperaba a que su amigo volteara y le dijera que pasaba, pues desde que regresó a Nueva York aún se encontraba ajeno a lo que en toda la ciudad y otras partes de mundo se hablaba.
— ¡Amigo, que alegría que hayas vuelto! ¿Cómo te fue en tu luna de miel? — habló Jonathan abrazando a Nicholas que correspondió el abrazo.
— Bastante bien. ¿Cómo han estado las cosas por acá en mi ausencia? — preguntó Nicholas haciéndole una seña a su amigo para que lo siguiera a su consultorio.
Jonathan entendió la seña y antes de seguirlo miró a las enfermeras. — Seguimos al rato, chicas, que aún no he terminado de leer todo. Y díganle a Cami que cuando consiga eso, entre a donde estoy, sin tocar.
Nicholas lo escuchó y quedó confundido, pero decidió preguntar cuando estuvieran en el consultorio.