La bondad nunca se desperdicia. Si no obra en quien ha sido objeto de ella, por lo menos beneficia al bondadoso.
Anónimo.
27 de noviembre 2015
Nueva York, EE. UU.
¿Saben? A menudo creo que nos equivocamos al pensar que las personas de buen corazón son las más débiles, cuando en realidad son las más fuertes que podemos encontrar. Como bien lo expresó Lavater: "La bondad del corazón vence a enemigos casi invencibles".
Otra pregunta interesante es: ¿por qué, en ocasiones, pensamos que la bondad de alguien hacia nosotros tiene como fin humillarnos o darnos lástima? No negaré que existan personas que actúen con ese propósito, pero es evidente cuando alguien actúa de buena fe y cuando busca humillarnos.
Y hay algo que debemos tener en cuenta: incluso las personas de buen corazón tienen un límite. Si alguien no valora lo que hacemos por él, es mejor dejarlo y recordar que al menos tenemos la satisfacción de haber actuado correctamente.
∞
Pent-house de Lorena
Lorena estaba ilusionada con el evento al que habían sido invitados, ya que era uno de sus favoritos y le proporcionaba una inyección de alegría.
Mientras Lorena se colocaba los pendientes, su esposo se ajustaba la cazadora, intercambiando miradas coquetas y algunos besos furtivos.
La feliz pareja seguía disfrutando el uno del otro a pesar de haber regresado de su luna de miel... ¿por qué no? Simplemente adoran sentirse así.
— Tengo que contarte algo — dijo Lorena, llamando la atención de su esposo.
— ¿Qué sucede? — preguntó él, curioso, mientras se recargaba en el tocador y observaba a su esposa.
— Hace dos meses, decidí invertir en la empresa de Olivia con la empresa de mis padres, pero lo hice de forma anónima. Sin embargo, ella descubrió que yo había sido la inversora y, a pesar de la indemnización que establecí en caso de romper el contrato antes del tiempo acordado, decidió poner fin a nuestra relación comercial — suspiró cansada —. Honestamente, no reclamé la indemnización porque no me interesa el dinero, pero ahora no sé qué hacer, realmente parece odiarme con todo su ser.
— No te preocupes más, amor. Hiciste lo que pudiste para ayudarla, pero si ella no aceptó, entonces es su problema, no el tuyo. Eres una persona bondadosa, así que siéntete bien por ser tan buena.
Suspiró mientras se mostraba aun afligida.
— Entiendo que quizás todo sigue malinterpretándose, pero ya pedí perdón y no quiero que me vean como enemiga. Si pudiera, le daría mi lugar en esas listas que tanto le importan, pero no tengo el poder para hacerlo.
— Está bien, mi amor. Deja de darle vueltas al asunto, no vale la pena que te desgastes pensando en ello. Ya te has disculpado por algo que realmente no hiciste, algo que mucha gente no está dispuesta a hacer — Luca la abrazó para reconfortarla.
Lorena asintió y levantó la mirada para darle un delicado beso en los labios. El beso se intensificó rápidamente, por lo que decidió separarse antes de perder la noción del tiempo y llegar tarde al evento.
— No, no, vámonos ya o no saldremos de la cama — habló rápido Lorena, saliendo de la habitación, acomodando su vestuario y escuchando la fuerte carcajada emitida por su esposo, misma que la hizo sonreír.
Tenía que evitar la tentación.
Tenía que huir del cuerpo de su esposo, ese que tenía un pa… bueno, bueno, eso es otro tema.
∞
Mansión Wright-Lawrence
En el hogar del matrimonio Wright-Lawrence las cosas eran un poco tensas, luego de la discusión obtenida hace un mes, la pareja se ha visto envuelta en silencios incómodos y pocas muestras de afecto.
<<<
25 de octubre 2015
Olivia trabajaba con ambición y gran concentración en los informes diarios, especialmente en el informe actual.
Debía demostrar a su mejor inversionista que su elección de trabajar con ella fue acertada y que Lorena no era la única experta en marketing y publicidad.
Con la llegada del inversionista, su empresa había mejorado en gran medida en solo dos meses, lo que la hacía muy feliz. Su nombre comenzaba a destacar en las listas empresariales más importantes y poco a poco, su sueño se estaba haciendo realidad.
Aunque no sabía quién era exactamente el inversionista, sabía que era alguien importante y deseaba conocerlo para agradecerle personalmente. Decidió tomar un breve descanso para comer algo o tomar un café, ya que su asistente estaba en su hora de almuerzo. Fue a la cafetería del edificio y ordenó su bebida junto con un emparedado.
Mientras esperaba, escuchó a su asistente y otra persona hablando detrás de ella, sin darse cuenta de su presencia.