- No me siento listo.
- Nadie jamás lo está. No se nos deja escoger nuestro tiempo. A la vida le da sentido la muerte, la noción de que tus días acabarán. Tu tiempo es corto. Creí que con todo estaría preparada, pero mírame estirando un solo momento en miles, todo con tal de ver la nieve.
Doctor Strange (2016)
05 de diciembre 2015
Nueva York, EE. UU.
— Bueno, ¿para qué nos reunieron? — preguntó Thomas, mientras se acomodaba en uno de los sofás de la sala junto a Alviria. Los ojos de Luca y Lorena estaban fijos en ellos.
— Los he convocado porque quiero que viajemos a Canadá — expresó Lorena con una sonrisa, agarrando el brazo de su esposo, mientras este colocaba su mano en la rodilla de la pelirroja.
— Amm… ¿Canadá? — preguntó Amelia —. ¿Por?
— Quiero que festejemos Navidad y Año Nuevo allá — declaró firme.
— Ah claro, estaría ge-, espera, ¿dijiste, celebrar navidad? — preguntó sorprendida Hanna.
Lorena asintió con una sonrisa.
— Pero tú no…
— Ya sé, Hanna, ya sé que no suelo celebrar navidad, pero esta vez lo quiero hacer — le dijo decidida —. Luca me ha hecho muy feliz y quiero celebrar con mi familia y mi esposo una fecha tan importante.
Además de Hanna, los demás presentes se encontraban sorprendidos ante la decisión que había tomado Lorena.
— Emm… ¿podría preguntar, por qué el cambio? — expresó con cautela Thomas.
Lorena por un momento se perdió en sus pensamientos y Luca la volteó a ver, era el momento clave, Lorena decidiría si decir la verdad o no.
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04 de diciembre 2015
— Dame la noticia sin miedo — pidió con firmeza, sosteniendo con fuerza la mano de su esposo.
— Aumentó su tamaño y el cáncer se expandió, las pastillas ya no son suficientes y… — habló la doctora, pero se vio interrumpida por Lorena.
— Y ahora si puedes decirme cuanto tiempo me queda — afirmó la pelirroja.
La doctora asintió.
— Y bien, ¿cuánto? — preguntó con mucha calma.
— Tu esposo ya sabe cuánto, aproximadamente…
— Yo creo que es algo sin relevancia — interrumpió Luca —. ¿No crees? — le preguntó a su esposa, misma que al perderse en esos ojos de su amado, asintió muy de acuerdo con lo dicho.
Por lo tanto, no se reveló el tiempo.
En cambio, abrazó a Luca y lloró por un momento, no tanto por ella misma, sino por las personas que estaban fuera de la habitación. A pesar de que Luca no dijo nada, él sabía que el momento que menos quería había llegado.
— No tengas miedo — le susurró.
— No lo tengo, contigo a mi lado no — entrelazaron sus manos —. Sabíamos que el tiempo en algún punto comenzaría su cuenta regresiva.
— Quisiera que todo fuera diferente.
— Yo también. Pero me has dado tanta felicidad, que hasta haces que la muerte no sea para mí un trago amargo más de la vida.
Beso sus labios lentamente.
— Te amo, te amo… — separaron sus labios y él se dedicó a besar la mejilla de la pelirroja repetidas veces.
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— Simplemente quiero cambiar ese tema, quiero convivir con ustedes en una fecha que se supone es para estar en familia — Lorena se encogió de hombros.
Luca llevó la mano de su esposa hacia sus labios, besando con cariño sus nudillos, ganándose una sonrisa.
— Bueno, siendo así, supongo que podríamos hacer el viaje sin problema alguno — comentó Thomas, a lo que el resto asintió.
— ¡Perfecto! — dijo emocionada, Lorena —. Saldremos mañana a primera hora.
— ¿Tan pronto? — Hanna preguntó nuevamente con suma sorpresa.
— Claro, quiero que pasemos todo diciembre o bueno casi todo, allá — dijo como si nada, colocándose sobre el regazo de su esposo, quien la abrazo por la cintura —. Y quiten esas caras, aún es temprano, pueden preparar sus maletas y nos vemos aquí mañana a las seis en punto — los señaló indicando lo exagerados que se veían.
Sin más, todos se dispusieron a salir del pent-house de Lorena para preparar todo lo necesario para el viaje, sería un largo mes, así que tenían mucho que hacer.
Lorena y Luca ya habían preparado su equipaje, así que sin más que hacer, cenaron y posteriormente fueron a descansar para estar frescos para el viaje del día de mañana.