Un pequeño vistazo al pasado I

POR SIEMPRE AMIGOS

Diciembre 

Craftsbury, Vermont

La verdadera amistad es aquella que se forja con los años o bien que sucede por una conexión especial.

Esta puede durar años y es un sentir fantástico, tener a una persona que te comprenda y que te entienda sin importar que.

En el pueblo de Craftsbury, se encuentra una de las propiedades de descanso de la reconocida familia Wright, una mansión que, en el exterior, daba la impresión de una cabaña, pero por dentro, mantenía un diseño entre moderno y antiguo, parades de colores cálidos, candelabros dorados que le daban el toque de elegancia.

Era la navidad del año 1997, este año la familia Wright había acordado pasar las festividades junto a la familia Williams, esto debido a que el reconocido abogado Tyler Wright y el famoso corredor de bolsa Simón Williams eran amigos desde la infancia.

—Williams. — salió de la propiedad el señor Wright recibiendo con los brazos abiertos a su amigo.

—Wright, tanto tiempo. — se fundieron en un abrazo y al separarse, el abogado saludo a la esposa de su amigo y posteriormente a la niña que ahora estaba en brazos de su padre.

—¿Y esta hermosura como esta? Cada día más linda. — la pequeña Lorena sonrío sonrojada, causando ternura en los mayores.

En la puerta de la casa apareció Anna Wright la esposa del abogado, junto a dos pequeños, Nicholas de 6 años y su otra pequeña Isabella de 4 años.

Hicieron los respectivos saludos y luego ingresaron todos a la casa.

—Hoda, Lode… — saludo un risueño Nicholas a su amiga.

—Hola, Nick. — una de las diferencias que tenían a pesar de tener casi la misma edad, a Nick aún se le complicaba pronunciar la letra ‘r’ pero lo que le gustaba era que su amiga Lorena no se burlaba de él como lo hacían algunos de sus compañeros.

Prácticamente Nicholas y Lorena, desde que nacieron convivían y conforme iban creciendo, se volvían más unidos.

Se alejaron de los adultos, subiendo al cuarto de juegos de aquella mansión.

—Oye Lode… — llamó Nicholas.

—¿Qué pasa Nick? — puso toda su atención en él.

—Nunca dejaremos de ser amigos ¿vedad?

Lorena lo miró con confusión, no entendía porque el preguntaba tal cosa.

—Claro que no, seremos amigos siempre.

—Te quiedo. —Pronunció Nicholas.

—Yo también te quiero Nick.

Ambos sonrieron y continuaron jugando hasta que sus padres los llamaron para cenar, una cena llena de amor y alegrías como cada año en que sucedía que ambas familias se reunieran.

…