Diciembre
El amor verdadero es conocido como aquel sentimiento que se vive en pareja con el que muchos sueñan, claro que dentro de esta hermosura de sentimiento se puntualiza que para que realmente sea verdadero es necesario que exista una reciprocidad.
No existe realmente el amor si uno ama, pero no es correspondido.
Para Lorena, siempre ha sido complicado, nunca se ha negado a tener alguna pareja a lo largo de su vida, pero la persona a la que realmente quiere como su compañero de vida, no la ve de la misma forma.
Ella se daba cuenta de que su nana no se atrevía a decírselo por miedo a que sufriera, pero lo que aquella mujer que era como su madre no sabía, era que ella ya se había dado cuenta de que no era correspondida.
Sin embargo, en algunas ocasiones el corazón es necio y nos volvemos ciegos cuando amamos a alguien. ¿Por qué Lorena seguía sin dejar de querer formar una familia con Nicholas? Sencillo…
Ella vivía con el pensamiento de que soñar no cuesta nada.
Como cada día, en un tiempo de su jornada laboral, se perdía en sus pensamientos, pensamientos que estaban dirigidos exclusivamente a Nicholas, pudo seguir divagando, sin embargo, estos pensamientos fueron interrumpidos cuando su fiel asistente y amiga Hanna Robinson, entró a su oficina y la movió levemente tomando su hombro y sonriendo con ternura.
—¿De nuevo soñando despierta? — pregunta divertida, regalándole una amplia sonrisa.
—Oh no empieces. — se cubrió el rostro con ambas manos ocultando sus mejillas sonrojadas.
—Hablando enserio Lore… — la vio con un rastro de tristeza. — … ¿algún día le dirás de tus sentimientos?
Lorena negó inmediatamente. — No Hanna, sabes que él no me corresponde de la misma forma, solo me ve como una hermana.
—Pero podrían intentar algo…
—No, y no entremos en ese tema… — suspiró con tristeza y aclaró su garganta del nudo que se había formado en garganta. — …mejor dime, ¿Qué traes para mí?
Hanna no insistió y se concentró en el trabajo que tenían. — Bueno, en esta carpeta tengo el contrato con la nueva empresa de ropa deportiva con los que trabajaremos este año, solo hace falta tu firma y se comienza la elaboración de los bocetos.
—Bien, le haces llegar una copia a Gian, para que tenga conocimiento de las especificaciones que dejaron para los trabajos.
Hanna asintió y anoto en su tableta la orden.
—¿Y lo otro? — preguntó Lorena mientras le devolvía la carpeta.
—Bueno, abre tu mail, acaba de llegarte la invitación al Marketing and Advertising Congress 2020 en Wisconsin, para el mes de marzo. — expuso.
—Ok, manda una confirmación de nuestra asistencia y solicita un puesto extra para Nick.
—Perfecto, pero… — Hanna la vio con emoción.
—¿Pero…? — le regresó una mirada confundida.
—¡Este año también te quieren como una de las conferencistas! — brincó y aplaudió dando la noticia a Lorena.
—¿Enserio? — preguntó sorprendida para confirmar lo escuchado.
—Si, ahí dice, mira. — se acercó a ella y le mostro el texto donde se le hacía la invitación a participar como conferencista, alabando su trayectoria empresarial.
—Wao… no… no lo puedo creer, sería el segundo año consecutivo en que me lo piden.
—Eso es porque eres grandiosa en lo que haces. — afirmó con orgullo su asistente.
—Bueno pues… no podemos desaprovechar estas oportunidades, confirma nuestra asistencia y mi participación como conferencista.
Hanna asintió y anotó los pendientes que posteriormente Lorena le dictó, salió de la oficina y Lorena se concentró en sus propios diferidos para concluir lo más pronto posible y regresar a casa.
§
Nicholas se movía por el hospital donde trabajaba, revisando a sus pacientes, anotando los avances de cada uno y dando las instrucciones necesarias a las enfermeras que formaban parte de su equipo.
Posteriormente se dedicó a atender sus consultas médicas y cuando tenía algún rato libre, charlaba por mensaje con Lorena.
*CHAT*
L: Que mal… ¡no puedo creer que tendré que verte hasta navidad! ☹
N: Lo sé, pero es mejor trabajar en estos días que cubrir la guardia en ese día tan especial 😉
L: Bueno, ante esa lógica no puedo discutir nada, jajaja.
Por cierto, ¿irás conmigo al congreso del año que viene? 😊
N: Sabes que nunca te fallo en eso.
L: Perfecto, porque ya aparte tu lugar y el de Hanna junto conmigo. Además, me han vuelto a invitar como conferencista.
N: Muchas felicidades, cerecita, estoy muy orgulloso de ti.
Tengo que dejarte, tengo una consulta que atender, nos vemos pronto.