Saturn [#1 Cerises] Primera Edicion

Capítulo 3

Diciembre

El objetivo de la navidad a grandes rasgos se ha enfocado en dar y recibir amor, disfrutar los momentos con la familia y las tradiciones, es una fecha que da espacio a alimentar el espíritu y disfrutar de los pequeños pero valiosos detalles que la vida nos otorga.

Muchas personas también expresan que en esta época se puede renovar la fe en Dios.

Vamos que, cada persona es libre de creer en aquello que le apetezca, algunos creen en Dios y otros no, Lorena hasta la edad de 12 años fue fiel creyente de Dios, para ella el Dios al que sus padres le enseñaron a adorar le daba la confianza de que su familia viviría protegida de lo malo, pero a esa misma edad, fue la última vez que ella se aferró a él.

¿Por qué? Digamos que para Lorena ese Dios le falló.

Sus padres volvían un 24 de diciembre a la ciudad de Nueva York para festejar como cada año a lado de su pequeña Lorena, sin embargo, eso no pudo ser, una mala obra del destino condujo a los Williams a sufrir un terrible accidente aéreo, que dejaría a Lorena hundida en la tristeza a la corta edad de 12 años.

25 de diciembre 

Lorena estaba lista para recibir a sus padres, mientras ellos llegaban, se entretenía a lado de su nana Sophie horneando las galletas que tanto le gustaban a su padre.

—¡Están quedando increíbles nani! — exclamó con alegría, mientras veía como se horneaban las galletas.

—Claro que si mi niña, verás que a tu padre le encantarán. — mencionó con seguridad su nana mientras agregaba otra charola con galletas en el horno.

—Sobre todo porque le agregamos el ingrediente especial, ¿cierto?

Su nana asintió dándole una mirada de ternura, le encantaba verla tan feliz cada que sus padres regresaban de algún viaje de negocios, admiraba a esas personas, a pesar de necesitar salir de viaje nunca han faltado a alguna festividad de cumpleaños de Lorena o a navidad.

El timbre sonó haciendo que Sophie dejara lo que estaba haciendo, frunció el ceño pues no esperaban a nadie y los padres de Lorena contaban con llaves para ingresar a la mansión.

Se dirigió a la entrada principal y en cuanto en su campo de visión aparecieron dos agentes de la policía, su cuerpo sintió que algo malo estaba por ocurrir, y vaya que su instinto no le falló, había recibido la peor noticia.

—Lo siento mucho, señora. — fue lo último que escuchó por parte del oficial antes de que este y su compañero abandonaran el lugar.

Ese día una parte de Lorena murió junto a sus padres.

***

De no haber sido por su mejor amigo Nicholas y el amor de su nana, Lorena jamás hubiera salido de la oscuridad que la envolvió aquella fatídica noche, se dedicó a seguir manejando las inversiones de sus padres y también en construir un imperio en lo que tanto le gustaba que fuese la mercadotecnia y la publicidad, pero algo que no pudieron lograr, fue que ella volviera a celebrar la navidad, tanto Nicholas como su nana comprendieron que en esta fecha lo mejor era darle su espacio.

Es por ello por lo que, como cada navidad, se encontraba en el cementerio, a lado de la tumba donde yacían los restos de sus padres, contándoles de sus logros como cada año, esa era la forma en que ella se sentía un poco cerca de ellos a pesar de ya no tenerlos físicamente a su lado.

—He vuelto a ser elegida conferencista en uno de los eventos más importantes de Marketing y Publicidad… — contaba con lágrimas corriendo por sus mejillas. — … sé que desde donde están me han ayudado a seguir cumpliendo mis metas. — sorbió la nariz. — No saben cuánto los extraño, a pesar de que me he acostumbrado al hecho de que ya no estén aquí, no me acostumbro aun del todo al dolor que me provoca esta fecha y los recuerdos… — sollozó. — quisiera que estuvieran aquí, celebrando y recibiendo conmigo cada premio y viéndome destacarme en esa conferencia a la que me han invitado. Los amo y los extraño mucho.

Quedó un momento en silencio, esperando a que sus sollozos se controlaran, aunque sea un poco.

Soltó una pequeña risa antes de contar lo siguiente. — ¿Sabes mamá…? Aún sigo enamorada de Nicholas, no he tenido el valor de confesárselo… — suspiró. — … pero no me atrevo porque sé que no me ve de la misma forma, quisiera que estuvieras aquí mamá, para que me dieras un consejo de lo que debo hacer…

Continuó dirigiéndose a aquellas frías lápidas, desahogándose con aquellos dos ángeles que le hacían falta, pero ahora se encontraban cuidando cada uno de sus pasos desde el cielo.

Tal vez Lorena perdió la fe en su Dios, pero algo de lo que estaba segura era de que aun existía un cielo, un paraíso de eternidad en el que sus padres esperaban por ella, para volver a estar como la familia feliz que fueron en la tierra.

No sabía con exactitud cuando sería el momento, pero estaba segura de que llegaría el día en el que volvería a estar con ellos, sin dolor.

§

Sophie la vio llegar como cada 24 de diciembre, cuando la noche había caído, con los ojos rojizos e hinchados por el tiempo que se había dedicado a llorar frente a las tumbas de sus padres, le dolía ver a Lorena así, pero también sabía que para ella era su desahogo para mantenerse fuerte, prefería verla llorar un solo día que verla hundirse por completo.




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