Marzo
Wisconsin, EE. UU.
Congreso Pt. 1
Ambos aviones aterrizaron en Wisconsin por la tarde, por un lado, se encontraba Nicholas junto a Olivia, saliendo de su vuelo en primera clase y por el otro, Lorena junto a Hanna.
Subió a la camioneta que con anticipación Hanna había alquilado y se dirigieron al hotel. Al cabo de unos minutos llegaron al lujoso hotel y realizaron su registro.
—Bienvenida señorita Williams, es un placer volver a contar con su presencia en nuestro hotel. — expresó la recepcionista.
—Muchas gracias. — sonrió Lorena con simpatía.
—La suite presidencial se encuentra lista para usted. — informó la recepcionista. — Esta es la tarjeta para ingresar, sus maletas ya están en la suite. Espero que disfrute de su estancia.
Lorena agradeció y junto a Hanna se encaminó al ascensor, para subir hasta el piso correspondiente.
—Tengo un cansancio de los mil demonios. — expresó Lorena tirándose en la cama.
—Mmm… Lore ya hace días que te cansas con lo más mínimo, creo que deberías a hacerte un chequeo.
—Lo haré en cuanto volvamos a Nueva York, no te preocupes, seguro solo es falta de alguna vitamina. — se levantó de la cama y se encaminó al baño. — Me ducharé para alistarme para el evento de apertura.
—Bien, sacaré de tu maleta tu atuendo y me ducharé en el otro baño.
Lorena asintió y se dedicó a tomar su ducha, al cabo de unos minutos salió del baño y comenzó a prepararse, hidrato su piel, seco su cabello, se maquilló y por último se enfundó en un elegante vestido hasta sus rodillas, con un sutil escote en v y que se ceñía elegantemente a su figura.
Su cabello rojizo se encontraba semi recogido y su maquillaje era muy natural.
Logrando lo que buscaba: elegancia y naturaleza.
Hanna entró avisándole que era momento de partir, claro que quedando impresionada con el estilo de Lorena y alabándola por lo hermosa que se veía, siempre había admirado la elegancia de Lorena y su buen gusto para vestir, de hecho, Lorena había sido su maestra en cuanto a vestir, gracias a ella había encontrado su propio estilo.
§
El evento de inauguración no era cualquier cosa, tenía lugar en el Wisconsin Center un centro de convenciones y exposiciones ubicado en el centro de Milwaukee, un lugar de alta clase, que se encontraba en esos momentos con una barra central de bebidas y distintas mesas distribuidas en el gran salón, dejando el suficiente espacio para que los distintos empresarios invitados pudieran interactuar.
Olivia llegó del brazo de Nicholas, con una sonrisa resplandeciente, saludaron y se presentaron con distintos empresarios hasta que la mayoría de los presentes dirigió su vista a la entrada principal, donde una muy elegante Lorena ingresaba al tan hablado evento.
Lorena en esta clase de eventos siempre atraía la atención de los empresarios, una de las razones era su belleza, pero también su tan reconocido nombre y rostro dentro del mundo empresarial, siendo una de las empresarias más jóvenes y con una de las mejores agencias publicitarias y de mercadotecnia a nivel internacional, todos buscaban trabajar en conjunto con ella que siempre lograba que las marcas más reconocidas buscarán sus servicios.
Al entrar reconoció a lo lejos a Nicholas, pero hizo como si no lo hubiera visto, simplemente junto a Hanna se acercó a una de las mesas altas y comenzó a platicar con todos aquellos empresarios que se acercaban, tanto hombres como mujeres.
—Querida Lorena. — llegó con los brazos en alto Thomas Brown su mejor asociado y uno de los hombres que siempre creyó en ella.
—Thomas, que gusto verte. — correspondió el abrazo de aquel hombre.
—El gusto de volverte a ver es mío querida, y no te hagas la desatendida conmigo que ya sé que fuiste elegida por segundo año consecutivo como una de las conferencistas principales. — dijo con orgullo.
Thomas para Lorena además de un socio era un gran amigo.
—Oh, no es la gran cosa.
—Claro que es la gran cosa, mira que este viejo te lo dice. — rio ante su propio comentario. — Oh, por cierto, quiero presentarte a una gran admiradora tuya, mi hija Amelia. — una chica rubia se acercó a Lorena besándole ambas mejillas.
—Es un placer conocerte Lorena, no sabes lo emocionada que estoy. — soltó con de forma muy rápida aquella chica.
—Es un gusto conocerte Amelia, tu padre ha hablado mucho de ti. — le sonrió.
—Oh por Dios, ella sabe quién soy… — susurró la chica pensando que no la escucharían.
Lorena y Thomas rieron ante la emoción de Amelia, ella siempre había sido admiradora del trabajo de Lorena y cuando su padre le habló de asistir al evento para que la conociera no podía de la emoción.
—Vamos a una mesa para platicar más a gusto. — sugirió Thomas.
Cuando llegaron a la mesa se unió a ellos Hanna, que anteriormente se encontraba hablando con su amigo Lucas, uno de los organizadores del evento.