Saturn [#1 Cerises] Primera Edicion

Especial POV Lorena II

“Es una locura odiar a todas las rosas sólo porque una te pinchó. Renunciar a todos tus sueños sólo porque uno de ellos no se cumplió.”

El principito

Julio

París, Francia

Lorena Williams. — escucho mi nombre ser pronunciado con una voz francesa, ronca y sensual, que provoca un estremecimiento agradable recorrer mi cuerpo. He escuchado esa voz antes. Cuando levanto la vista del libro, lo veo… — Bien sûr... Comment oublier ce visage angélique? [Por supuesto… ¿Cómo olvidar este rostro angelical?]

Luca Cornell

Pondremos un poco de contexto, en estos días no se puede negar que Nicholas figura como uno de los mejores cardiólogos en Nueva York, pero si hablamos a nivel mundial, Luca, el hombre que en estos momentos me ve con una sonrisa radiante, es el médico que siempre será capaz de sacar el lado más competitivo de Nick.

Vamos que, no me malinterpreten, Nick es un excelente médico, es mi amigo y le quiero, pero Luca ha hecho logros impresionantes, principalmente para mantener la buena reputación de la clínica perteneciente a la generación de médicos de los Cornell. Siendo que, su abuelo le heredo el cargo principal a Luca y se ha encargado de mantener el apellido de su familia en alto reconocimiento en el mundo de la medicina.

Bueno, las posibilidades de encontrarme con el único doctor capaz de darle buena batalla en el mundo de la medicina a mi mejor amigo Nicholas, no podría decir que eran las más altas.

Y como buena mujer enterada de las noticias de todo tipo, sé que de las dos clínicas más reconocidas a nivel mundial una de ellas es la de él. Sin embargo, ambas son tan buenas que, nunca se ha dado un primer y segundo lugar, simplemente ambas figuran en el primer puesto.

—Luca… — pronuncio su nombre con una sonrisa.

—No puedo creer que te encuentre aquí. ¿puedo? — pregunta señalando una de las sillas vacías.

—Por supuesto, adelante.

Se sienta sin despegar su mirada de mí, y en algún momento no se producto de mi imaginación, siento como recorre todo mi cuerpo con su mirada.

Antes de volver a hablar, llama a uno de los camareros y pide un café, y posteriormente vuelvo a tener toda su atención.

—Estas igual o incluso más guapa a cómo te recordaba. — con ese comentario y la voz que se carga, provoca que me sonroje y desvíe levemente mi mirada, pero también provoca una sonrisa en mí, de esas que me había olvidado de que podía dar.

—Gracias, tu… también te ves muy bien, tiene años que no nos vemos, bueno, en revistas siempre se te ve. El mejor médico cardiólogo a nivel mundial, presidente y actual dueño del Hospital Cornell uno de los mejores hospitales junto al Centro Médico Éternité — respondo, elogiándolo.

—Podría elogiarte igual… o acaso no tengo frente a mí a… la mejor y más joven publicista de Nueva York, dueña de la mejor agencia publicitaria, dos veces invitada como conferencista de uno de los eventos más importantes de mercadotecnia y publicidad en Wisconsin, premios y premios ganados, entrevistas y demás… la extraordinaria Lorena Williams.

Que me dijera guapa era una cosa, que sepa tanto de mí, me asusta, pero por alguna razón provoca que en mi pecho se forme un calor agradable que hace mucho no sentía.

¿Qué está pasando?

—¿Y… estas de vacaciones? — pregunta casual, mientras bebe un poco de café.

—Algo así… he decidido tomarme un tiempo para mí y para compartir con unos amigos que son más que nada mi familia.

No sé exactamente lo que me provoca darme cuenta de que no he perdido ni un solo segundo de su atención a lo que estoy diciendo…

Además de que Luca es el tipo de hombre que muy difícilmente pasa desapercibido, con su gran altura, su cuerpo realmente bien formado, sus ojos tan azules y su cabello negro azabache. Sin dejar de lado su rostro que representa una masculinidad impresionante.

Por un momento, a pesar de tener su atención, vi un poco de cambio en su expresión alegre, como si se estuviera debatiendo con algo, quería leer su expresión, saber que le había hecho borrar un poco la sonrisa con la que llego y se había mantenido.

Claro que no tuve que esperar mucho para obtener la respuesta…

—¿Te casaste con Wright? — preguntó ahora con seriedad.

Simplemente mi reacción fue de sorpresa por la pregunta, pero también por el tono en que lo dijo, pero decidí dejarlo pasar.

—¿Cómo? No… no estoy casada con él, bueno… ni con él ni con nadie. — respondí de inmediato.

—Entiendo… — realmente mi respuesta lo relajo, y estoy segura de que no lo imaginé, porque volvió a sonreír, pero antes de que yo pudiera decir algo. — …lamento haber preguntado así, pensé que estarían juntos, ya sabes, son mejores amigos y bueno siempre iban juntos a todos lados en la universidad a pesar de ir en diferentes carreras… pensé que estaban enamorados y… ¡oh que vergüenza! Olvida lo que he dicho. — dijo muy rápido y con mucha suerte pude entender todo.




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