Capítulo 26

Noviembre 

“La bondad nunca se desperdicia. Si no obra en quien ha sido objeto de ella, por lo menos beneficia al bondadoso"

Anónimo.

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¿Saben? Realmente considero que muchas veces estamos equivocados cuando pensamos que las personas de buen corazón son las más débiles, porque no, no siempre es así, a veces son las más fuertes que podemos encontrar. Ya decía Lavater… “La bondad del corazón vence a enemigos casi invencibles.”

Otra pregunta interesante es… ¿Por qué en ocasiones pensamos que la bondad de alguien hacia nuestra persona es con el fin de humillarnos, de tenernos lástima?

Bien, no estoy diciendo que no existan personas que lo hagan con ese fin, pero está claro que es más que notorio cuando una persona lo hace de buen corazón y cuando alguien busca humillarnos.

Pero hay algo más, hasta una persona de buen corazón, tiene un límite. No te preocupes si alguien no valora lo que haces por él, déjalo, porque contigo mismo, ya has quedado bien.

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Nueva York, EE. UU

Pent-house Lorena

El evento al que habían sido invitados, para Lorena es uno de los que más le gustan, para ella son como una inyección de alegría.

Lorena terminó de ponerse sus pendientes, mientras que a su lado su esposo culminó con la tarea de ajustarse su cazadora.

Ambas tareas realizándose entre miradas picaras y pequeños besos robados.

Y es que la agradable pareja, seguía disfrutándose a montones a pesar de ya haber regresado de su luna de miel… ¿Qué quieren? Aman sentirse.

—Me enteré de algo. — comentó Lorena captando la atención de su esposo.

—¿De qué? — preguntó curioso recargándose en el tocador, mirando a su esposa.

—Hace dos meses, invertí en la empresa de Olivia, con la empresa de mis padres, lo hice anónimo, pero de alguna forma supo que era yo y rompió el contrato, importándole poco la indemnización que establecí si ella rompía lazos empresariales antes de tiempo. — suspiró rendida. — Obviamente no se la cobré porque bueno, a mí no me interesa más dinero, pero ya no sé qué hacer, parece que me odia con el alma.

—Entonces deja de intentarlo amor, tú ya quisiste ayudarla, si ella no quiso aceptarlo, entonces es problema de ella, no tuyo, tú eres bondadosa así que siéntete bien contigo por ser tan buena.

Suspiró aún algo afligida.

—Sé que lo que hice no estuvo bien, pero ya he pedido perdón, no quiero que me sigan viendo como enemiga porque no lo soy, si pudiera le daba mi lugar en esas listas que tanto le importan, pero yo no manejo eso…

—Ya cariño, deja de pensar en eso, no es justo que tú te desgastes pensando cuando claramente ellos no cederán, que te arrepientas es más que suficiente, reconoces tu error, eso casi nadie está dispuesto a hacerlo. — Luca la atrajo a su pecho en un abrazo reconfortante.

Lorena asintió y levantó su rostro para dejar un delicado beso en los labios ajenos, mismo que subió de tono por lo cual decidió separarse antes de que eso les quitara el tiempo y llegaran tarde al evento.

—No, no, vámonos ya o no saldremos de la cama. — habló rápido Lorena, saliendo de la habitación, acomodando su vestuario y escuchando la fuerte carcajada emitida por su esposo, misma que la hizo sonreír.

Tenía que evitar la tentación.

Tenía que huir del cuerpo de su esposo, ese que tenía un pa… bueno, bueno, eso es otro tema.

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Mansión Wright-Lawrence

En el hogar del matrimonio Wright-Lawrence las cosas eran un poco tensas, luego de la discusión obtenida hace unos días, la pareja se ha visto envuelta en silencios incómodos y pocas muestras de afecto.

Flashback

Olivia trabajaba como todos los días, con ambición y suma concentración a los reportes, sobre todo el de ese momento, pues tenía que demostrarle a su mejor inversionista por qué estar con ella era una elección bien hecha.

Ah, y que Lorena no era la única buena en el mundo del marketing y la publicidad. Sobre todo, esto.

Finalmente comenzaba a concluir con el reporte, desde que dicho inversionista había llegado, la empresa había subido de nivel de una forma asombrosa, y eso que solo tenían dos meses con él, no podía estar más feliz, comenzaba a figurar con el paso de los días, dentro de los listados más importantes del mundo empresarial.

Poco a poco, lo que más había estado deseando, se estaba haciendo realidad.

Ni siquiera le importaba quien era, aunque por lo que sabía era alguien muy importante, no podía mentir en que quisiera conocer a la persona que le ha ayudado a volverse más reconocida, pues por un lado pretendía agradecerle.

Decidió tomarse un pequeño descanso para salir a comer algo o por lo menos tomar un café, así que, ya que su asistente se encontraba en su hora de comida, decidió ir por su cuenta a la cafetería del edificio.