Saturn [#1 Cerises] Primera Edicion

Capítulo 27

"Sonreír no siempre significa que tú eres feliz. A veces, solo significa que eres una persona fuerte."

§

Diciembre

Flashback

—Quiero trates de mantener la calma con la noticia. —habló con formalidad la doctora.

—Bueno… con eso puedo empezar a hacerme una idea de lo grave que es, adelante…

—Bien pues, en general tus estudios los consideré como algo normal, los niveles manejados eran buenos, sin embargo, algo me llamó la atención en tu tomografía… — la doctora suspiró y le mostró el estudio en la computadora. — …lo que podemos ver aquí es un tumor.

El mundo se detuvo por un instante, lo peor, la noticia aun no estaba del todo completa.

—¿Hay algo que se pueda hacer? — inquirió Lorena tratando de mantener la calma tal y como la doctora le había pedido.

—Eso es lo malo, te realicé los segundos estudios y lamentablemente el tumor es cancerígeno, y está en etapa cuatro, además de que el lugar donde está alojado lo hace inoperable…

Lorena suspiró y dejó caer su cuerpo por completo en la silla, viendo fijamente a la doctora, luchando por no caer en la desesperación.

—¿Algún tratamiento? — continuó preguntando.

La doctora negó lentamente. — Hasta ahora tus síntomas se reducen únicamente a la fatiga, pero después vendrán los dolores de cabeza, lo único que podemos hacer es medicarte para que esos dolores reduzcan un poco. Aunque si quieres, podemos intentar la quimioterapia.

Lorena negó, no quería pasar por eso. — ¿Cuánto tiempo?

—Eso no lo podemos definir, Lorena, es diferente en cada paciente, pueden ser semanas, meses, años… pero quiero que mantengamos los controles para estar pendientes de que el medicamento que manejemos se mantenga funcionando…

Fin del flashback

§

3 de diciembre

Nueva York, EE. UU.

03:00 hrs

Se sentó de golpe en su cama, sosteniendo su cabeza con ambas manos, soltando algunas lágrimas por el dolor intenso que se hacía presente a las horas de la madrugada.

Con dificultad tomó de su mesa de noche el frasco de pastillas y con sus manos temblorosas extrajo una, tomándola de inmediato.

El dolor debía desaparecer pronto.

Pero no fue así… los minutos pasaban y el dolor no mermaba ni un poco, algo que se le hizo extraño a Lorena, conocía demasiado bien el dolor, sabía el tiempo que tardaba en desaparecer, pero esta vez era diferente.

Pronunciaba con desesperación el nombre de su esposo, pero en medio del sufrimiento recordó que el mismo había tenido que hacer un viaje rápido a Francia, por lo tanto, en esos momentos solo le quedaba tomar algo de fuerza…

Tomó su teléfono y llamó a Hanna, tenía que recurrir a ella porque no iba a ser capaz de conducir, podría tener un accidente.

—¿Lore? ¿Está todo bien? — respondió de inmediato su amiga.

—Hanna… — respondió, pero se cortó al sentir el punzante dolor en su cabeza.

—Lore… dios mío ¿Qué pasa? — por un lado, Hanna tenía una leve sospecha, pero no podía alterarse antes de tiempo, aun así, colocó el móvil en altavoz, y procedió a vestirse.

—N-necesito que… ¡Agh!... que vengas por favor… debo… ir al… hospital.

—Tranquila Lore, no demoro en llegar, todo va a estar bien.

Hanna colgó la llamada y salió de inmediato de su departamento, subió a su coche y manejo a toda velocidad hacia el pent-house de Lorena.

Diez minutos fue el tiempo que demoró en llegar, estacionó fuera del edificio y subió en el elevador a toda velocidad, al llegar al piso sacó la llave que poseía y entro, vio todo a su alrededor, pero se guio por el grito desgarrador de Lorena, corrió de inmediato ingresando a la habitación y visualizó a Lorena sosteniendo su cabeza arrodillada a lado de su cama.

Quería llorar al presenciar tal imagen de Lorena, pero se contuvo y actuó ayudándola a levantarse y comenzando a caminar para salir del edificio.

Luego de lo que para ambas pareció una eternidad, Hanna ayudó a Lorena a subir al lado del copiloto y al concluir, rápidamente se colocó en el asiento del piloto, sin esperar nada, arrancó, llamando en el transcurso del camino a la doctora de Lorena que de inmediato confirmo el verlas en el hospital.

—¡Ayuda por favor! — gritó entrando al hospital con una Lorena muy débil.

Una enfermera se acercó con una silla de ruedas, entre ambas sentaron a Lorena y la enfermera comenzó a andar.

—¿Algún médico de aquí la atiende en particular? — preguntó la enfermera.

—Si, la doctora Montgomery.

—Entiendo, tiene poco que llegó, la llevaré con ella… — se detuvo unos segundos en la puerta que separaba la zona médica de la sala de espera. — …por favor espere aquí, luego de que la atiendan vendré a informarle todo o la doctora personalmente lo hará, pero a partir de aquí no puede pasar.




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