“¿Será que es tiempo lo que falta para percibir? ¿Será que tenemos ese tiempo para perder? ¿Y quién quiere saber? La vida es tan rara, tan rara…”
Lenine
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Morir es tan natural como nacer.
En la actualidad aún no somos capaces de hablar con tanta naturalidad sobre el tema de la muerte, vamos que, sin darnos cuenta disfrazamos el tema con otras palabras, por ejemplo, está muy enfermo, solo esta un poco cansado… eso es lo mismo que decir que alguien está por morir.
Ni siquiera cuando nos encontramos ante la persona que muere sabemos que decir, es más, la misma persona que está muriendo no sabe ni que decirle a los que lo acompañan en los últimos días.
La muerte, se podría decir, se ha vuelto un tabú.
Se dice que cuando morimos, solemos ver a las personas que nos cuidan desde el cielo, la pregunta de ahora sería… ¿Sabemos cuándo estamos por morir? ¿Somos capaces de empezar a sentir cuanto tiempo nos queda? ¿Podemos presentir cuando el tiempo empieza a pasar de años a… segundos?
He escuchado a gente decir que el tiempo suele percibirse según lo que se está viviendo… ya sé, suena raro si lo decimos así. El punto es que, por ejemplo, dicen que…
Para los enamorados el tiempo es maravilloso, casi mágico.
O quien no ha pasado por la ironía de que cuando llevamos poco tiempo para algo el tiempo parece tener un turbo incluido y cuando esperamos por algo parece caminar como una tortuga.
O también que cuando estas triste es casi un calvario y cuando estas feliz es corto.
Ah… que los amores eternos suelen contar con el tiempo más breve.
Pero… hay algo más, algo esencial sobre el tiempo, algo que sé que estoy olvidando… el tiempo, el tiempo…
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24 de diciembre
Forêt Montmorency, Canadá
12:00hrs
Navidad no era su fecha favorita, pero quería celebrarla con las personas que en estos momentos se encontraban riendo y conversando mientras la cena para esa noche era preparada.
Quería volver a sonreír en Navidad.
En una bandeja, un gran pavo era condimentado y adornado por Amelia y Hanna, quienes irradiaban amor, jugando en el proceso de elaboración del platillo.
Lorena sonrió ante la imagen, les tenía un gran cariño a ambas y sabía que el destino las había juntado y su vida en pareja estaría llena de felicidad, pura felicidad y verdadero amor.
—Son todo un caso ¿no crees? — la voz de Thomas a su lado, la sacó de sus pequeños pensamientos.
—Lo son, pero son una pareja increíble. — respondió Lorena sin dejar de verlas, viendo que ahora peleando por quien rellenada el pavo.
—Me alegra que decidieras festejar al fin esta fecha. — comentó Thomas bebiendo un poco de vino de su copa.
—Ya es momento de dejar de sufrir. — respondió con simpleza.
Thomas la abrazó por los hombros, hasta que vio a su novia entrar, Alviria hacia que los ojos de Thomas brillaran de una forma especial, la veía como Lorena nunca vio que mirara a su exesposa.
Eso también hacia feliz a Lorena, que aquellas dos personas que tanto quería se hayan dado la oportunidad de volver a amar, confiar y ser felices.
Sintió unos brazos tomar su cintura, sonrió y volteó su rostro recibiendo los pequeños y repetidos besos de su esposo.
—¿Nos vamos, ángel? — Lorena asintió.
—Bueno, los dejamos un rato, debemos ir a realizar unas compras. — anunció Lorena, todos asintieron y la pareja salió.
Luca tomó las llaves de la camioneta y salieron del lugar, condujo hasta el centro de Saguenay, mientras en la cabaña todos se dedicaban a la comida, ellos comprarían obsequios para todos.
—Sé que les dirán que si a la adopción. — comentó Lorena mientras observaba las tiendas.
—Eso es obvio ángel, Thomas y Alviria son excelentes personas, ese chico no pudo tener más suerte.
—Lo sé, por lo que me comentó Thomas, Willy hizo una conexión muy linda con Alviria, y eso que era el que más se negaba a interactuar con alguien en el evento, pero con ella fue diferente. — sonrió la pelirroja.
—Alviria tiene un gran corazón y algo que te impulsa a tenerle confianza.
—Si. — suspiró. — Luego de su mala experiencia con su exesposo, ella se cerró mucho a todo lo del amor, siempre quiso hijos, ahora ya es mayor y es peligroso si se embaraza, pero siempre he pensado que por algo suceden las cosas, tal vez todo ese amor que tiene para dar estaba destinado a compartirse con Amelia y próximamente con Willy.
Recorrieron por un largo tiempo las tiendas, comprando lo mejor para cada uno de sus acompañantes, metía y metía bolsas en la camioneta y cuando por fin terminó, sonrió satisfecha junto a Luca, pero…